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Gabriel Orozco se luce en el Pompidou

El artista mexicano presenta su muestra itinerante en el museo de París por primera vez; las obras estarán en esa ciudad hasta el 3 de enero de 2011 y viajarán en febrero a Londres.
lun 20 septiembre 2010 12:27 PM
Orozco creó la pieza French Flies especialmente para esta retrospectiva. (Foto: AP)
gabriel orozco ap (Foto: AP)

Es una exposición simple, pero no una simple exposición. "Gabriel Orozco" es el nombre de la primera gran muestra que el reconocido Centro Pompidou de París dedica al artista mexicano que ganó fama en la escena internacional a comienzos de los años noventa.

Gabriel Orozco, itinerante

Es una exposición itinerante, tal como la vida de este creador originario de Veracruz, quien comparte su tiempo entre París, Nueva York y la Ciudad de México. Esta retrospectiva comenzó primero en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Después, llegó al Kunstmuseum de Basilea, en Suiza. Ahora, es el turno de París, ciudad que exhibe a partir del 15 de septiembre una muestra más importante tanto en términos de superficie de exposición como en número de obras -alrededor de ochenta-.

Muchos de los trabajos aquí mostrados no habían sido exhibidos antes en Francia. Algunos fueron concebidos especialmente para esta retrospectiva -como French Flies (2010), una obra donde Orozco muestra una colección de insectos voladores que atrapó durante sus recorridos por el campo-.

Un espacio articulado

Gabriel Orozco, un artista sin taller de creación fijo, se implicó completamente en la concepción de su exposición homónima. Fue él quien junto con la curadora de exposiciones en el Centro Pompidou, Christine Macel, ideó la disposición de los objetos que -a propósito- favorece un vínculo entre el museo y el paisaje urbano que los rodean -pues es fácil ver los múltiples restaurantes y a los visitantes que se pasean por las calles adyacentes al Pompidou-.

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"Éste (el Pompidou) es un espacio en diálogo, es un espacio público más abierto y que funciona (a comparación del museo en Suiza). La funcionalidad del espacio está abierta al conocimiento", explicó a la prensa Gabriel Orozco, quien busca que las fronteras entre los objetos de arte y el ambiente cotidiano se borren de manera voluntaria.

Una exposición sin etiquetas

Sin vitrinas, ni etiquetas; sin explicaciones ni comentarios, el espectador se encontrará con las pinturas, fotografías, diseños y esculturas de Orozco distribuidas con una gran austeridad. El objetivo: revelar una exposición juvenil donde se encuentra al Gabriel de los inicios. "Se trata de una obra minimal con una apertura a los movimientos circulares y urbanos", dijo Christine Macel, la curadora de la exposición.

Un recorrido en tres partes 

Los muros, las mesas y el suelo. Así se encuentra dividida la exposición en donde se muestran los trabajos icónicos de Orozco. La sección  "Los Muros", ubicada inmediatamente al comienzo, exhibe las fotos de los años noventa que retratan las invenciones efímeras del artista: My Hands Are My Heart (1991), la obra realizada por Orozco con una pelota de arcilla en las palmas de sus manos, es un objeto con forma de corazón que conserva la huella de su cuerpo. Encontramos también Atomists (1996), fotografías de deportistas en acción, recortadas de periódicos y en donde Orozco imprime figuras circulares que hacen referencia a la teoría atomista, pues se interesa a la búsqueda de las formas circulares.

Sigue después la parte de las mesas: Las Working Tables. Ellas muestran objetos que el artista encontró en la calle y objetos personales. Allí se exhibe Shoes (1993), un par de zapatos cuyas agujetas están pegadas y también Black Kites (1997), un cráneo decorado como un juego de ajedrez.

Pero es quizá en la tercera parte, "el suelo", donde el espectador podrá encontrar un atractivo especial: La DS (1993), un modelo Citroën DS que Orozco hizo cortar en tres partes, quitando el motor y la parte de en medio, para crear una pieza única. Igualmente encontramos Elevator (1994), un ascensor cortado horizontalmente y cuyo espacio está reducido a dimensiones más pequeñas que las habituales. Finalmente, está There Is Always One Direction (1994), en donde el artista propone cuatro bicicletas soldadas unas con otras, orientadas con el manubrio en direcciones opuestas.

Performance  con toque mexicano

Pero quizá lo más inédito de la exhibición en París es el performance que el artista presenta para esta exposición: policías "importados" de México -vestidos de azul marino y portando detrás el texto "Policía Original" - para cuidar las obras, pues al no estar éstas en vitrinas, carecen de algún mecanismo electrónico de seguridad.

Las obras de Gabriel Orozco estarán en París hasta el 3 de enero de 2011 y viajarán en febrero próximo para exponerse en la Tate Modern de Londres, museo en donde permanecerán hasta finales de mayo de 2011.

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