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Líderes globales titubean ante la crisis

La reducción del consumo en EU desafía con profundizar el declive económico si no se actúa a ti las exportaciones chinas caen a toda velocidad, quizá más de lo que pueda tolerar su economía.
sáb 20 diciembre 2008 06:00 AM
La crisis consiguió limitar el crédito en EU. (Archivo)
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La crisis del crédito está consiguiendo algo que años y años de reprensiones no lograron: limitar el consumo estadounidense y reducir las montañas de divisas acumuladas por China y los países exportadores de petróleo.

Si bien los economistas desde hace tiempo han argumentado que tal reajuste era muy necesario para proteger el crecimiento global, está ocurriendo tan rápido que amenaza con profundizar el declive.

En un mundo perfecto, las familias estadounidenses, cargadas de deudas, incrementarían gradualmente sus ahorros mientras que China dirigiría parte de su nueva riqueza hacia un mayor crecimiento doméstico, al tiempo que la economía global sigue expandiéndose a un ritmo saludable y sostenible.

En cambio, los estadounidenses, que perdieron una riqueza equivalente a 3 billones de dólares sólo en un año, han reducido el consumo a la tasa más aguda en los registros. Las exportaciones chinas caen más rápido de lo que puede tolerar su economía, y una recesión global luce cada vez más probable.

Los líderes financieros mundiales que debaten la mejor manera de poner a trabajar el dinero público para limitar las consecuencias sobre la economía real deben practicar un ejercicio difícil, con duras consecuencias potenciales.

Si hacen muy poco para alentar el crecimiento, la recesión se profundizaría. Si hacen demasiado, el ciclo de crédito flexible y gasto que contribuyó a la crisis actual podría comenzar de nuevo.

Neel Kashkari, el funcionario del Tesoro estadounidense que supervisa el fondo de rescate financiero de 700,000 millones de dólares del Gobierno, dijo:

"El desafío para los funcionarios y para los legisladores es que no queremos que la corrección ocurra tan rápido como para convertirse en destructiva para la economía en su conjunto y que suframos graves consecuencias económicas", dijo.

Es precisamente por eso que la Reserva Federal, el Tesoro y muchos de sus contrapartes en todo el mundo han comprometido billones de dólares en fondos públicos para contrarrestar una recesión que empeora.

Apoyados en el crédito barato y abundante, los consumidores estadounidenses incrementaron el endeudamiento a lo largo de la última década para financiar una ola de gastos que ayudó a impulsar la recuperación de la economía global.

Pero eso tuvo como efecto colateral un aumento del déficit en cuenta corriente de Estados Unidos y la consiguiente subida de los superávit en otros países.

Muchos economistas advertían que era sólo cuestión de tiempo hasta que ese patrón se revirtiera, provocando el caos en la economía mundial.

Ciertamente, hasta que la crisis financiera empezó a sentirse en el 2007, el Fondo Monetario Internacional veía ese desequilibrio como una de las mayores amenazas para la estabilidad económica, si no la mayor.

"Los declives económicos suelen estar impulsados o agudizados por la eliminación de desequilibrios insostenibles en la economía real. Este ciclo no es distinto", escribieron los economistas de Citigroup en su panorama económico anual del 2009.

Los datos publicados esta semana sugirieron que la reversión podría estar ocurriendo mucho más rápido de lo que desearían los funcionarios, colocando presión sobre ellos para presentar una respuesta aún más fuerte.

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