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Respuesta global a la gran crisis global

Para José Angel Gurría la crisis que enfrentamos ha sido única tanto en su género como en impacto; empezó en el sector inmobiliario en EU y terminó obligando al mundo a tomar medidas extraordinarias.
vie 03 julio 2009 06:00 AM
Algunos de los actuales jugadores mejor pagados no figuraban en la lista en 2005. (Foto: Cortesía SXC)
jugadores mejor pagados (Foto: Cortesía SXC)

Comenzamos el año con un panorama adverso, inmersos en la crisis económica más grave de nuestras vidas. De acuerdo con nuestro último informe de Perspectivas Económicas, las economías de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sufrirán una contracción de cerca de 4.3% (en promedio) durante 2009; con repliegues de 4% en Estados Unidos y la Zona Euro y de hasta 7% en Japón.(1) La desaceleración en los países emergentes, en donde se estima que el crecimiento del PIB será de 2% en 2009 (en comparación con 5.8% en 2008), ha sido también pronunciada.

Lo que empezó como una crisis financiera en el sector inmobiliario de Estados Unidos se convirtió en una crisis económica global, impactando severamente la arquitectura financiera y económica mundial:

• Un desplome de la producción industrial mundial a lo largo de 2009, la cual podría ser 15% menor que en el año anterior.(2)

• Una fuerte contracción anual de los flujos de comercio internacional, del orden de 9%, según la OMC, aún con serias dudas de que las negociaciones de la Agenda de Doha se puedan destrabar en el corto plazo.

• Un repliegue en los flujos de inversión extranjera directa por segundo año consecutivo; una caída en los flujos de remesas internacionales a los países en vías de desarrollo, de entre 5 y 8% con relación a 2008.(3)

El impacto social de la crisis tampoco ha sido menor. La caída del empleo en los países de la OCDE podría llevar a la tasa de desempleo a cerca de 10% en 2010, en comparación con el 5.6% en 2007. Éste sería el aumento más fuerte del desempleo en estos países desde la Segunda Guerra Mundial. A nivel global, el número de desempleados podría crecer en 50 millones hacia el final de 2009. Mientras que el número de trabajadores pobres que viven con menos de 2 dólares al día podría aumentar en más de 100 millones.

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Estrategias sincronizadas
Conforme ha avanzado el año, hemos visto también una respuesta global sin precedentes. Los signos de recuperación que se han comenzado a manifestar son los primeros efectos de la intervención gubernamental más grande y más sincronizada de la historia. Los países han tomado medidas extraordinarias para enfrentar la caída, no sólo en materia fiscal y monetaria, sino también en la recomposición del sistema financiero y el diseño de estrategias para eliminar activos tóxicos, que, hoy por hoy, sigue siendo una prioridad para reactivar el sector bancario mundial y así, ‘canalizar’ recursos a las empresas.

Reactivar el crecimiento económico y construir una nueva economía global anticrisis es un imperativo político, económico y moral. Consciente de esta urgente necesidad, la OCDE ha puesto en marcha una Respuesta Estratégica a la Crisis Económica y Financiera, para ayudar a los gobiernos de los países miembros –y de un número creciente de países no miembros– a rediseñar y fortalecer sus sistemas financieros, por una parte, y a reactivar el crecimiento de la economía real sobre bases más sólidas, transparentes y sustentables, por la otra. A través de esta Respuesta Estratégica, la OCDE está ayudando a estos países, y a las otras organizaciones económicas internacionales, a construir una economía mundial más fuerte, más limpia y más justa.

Para reactivar el crecimiento y enfrentar el desempleo, la OCDE ha promovido la identificación de las medidas más eficaces con miras a la obtención de un doble dividendo: que tengan el poder de impulsar la demanda en el corto plazo y aumentar el crecimiento en el largo plazo. En el reporte Apuesta por el Crecimiento 2009 se planean algunas medidas y reformas estructurales que podrían redituar ese doble dividendo:

• Proyectos de infraestructura que de forma rápida y oportuna mejoren la calidad de las vías de trasporte, escuelas, hospitales e infraestructura energética y de telecomunicaciones.

• Políticas activas de mercado laboral, incluyendo programas de educación y capacitación ligados a las necesidades del mercado laboral, para tener el capital humano todo lo productivo que se requiere para la recuperación y el largo plazo.

• Bajar impuestos al trabajo para impulsar el consumo y las perspectivas de empleo a largo plazo.

• Reforma de las regulaciones anticompetitivas para estimular la creación de nuevos productos y empresas e impulsar la demanda, la productividad y la calidad de vida.

Hacia una nueva arquitectura
La construcción de una nueva arquitectura económica y financiera mundial requiere del concierto global y del acuerdo en principios sólidos de integridad, ética y transparencia. La OCDE en conjunto con la Organización Mundial de Comercio, la Organización Internacional del Trabajo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, apoyan a los líderes de las economías más importantes del mundo en el diseño de instrumentos que incorporen esos principios fundamentales.

El trabajo de la OCDE –por más de 12 años– de cooperación internacional en materia de impuestos, vinculado con un gran apoyo político en el seno del G20, dio como resultado que las 84 jurisdicciones que son objeto de monitoreo por el foro global adoptaran los estándares de la OCDE para la transparencia y la cooperación para el intercambio de información fiscal. Ésta es una medida de gran trascendencia y tal como lo definiera el diario Le Monde, “es la primera piedra de un sistema financiero global más transparente y confiable”.

Otros instrumentos que proporciona la OCDE para apoyar el esfuerzo de recuperación y construcción de un nuevo marco más confiable incluyen:
• La guía general para una regulación financiera eficiente y efectiva, orientada a reforzar la credibilidad y restablecer la confianza en el sector financiero a través de un mejor balance entre la competencia y el control de riesgos.

• Los principios de la OCDE para el gobierno corporativo, actualmente en proceso de revisión y mejora, así como la Guía para empresas multinacionales que establece estándares para el comportamiento de las empresas en el ámbito financiero, laboral, de relaciones industriales, medio ambiente, competencia, tributación, etcétera.

• La revisión y salvaguarda de las políticas para el clima de negocios y la competencia, con énfasis en las pyme y el impacto que la crisis pudiera tener en ellas y en la innovación.

• La promoción de una mejor regulación y estándares para la educación financiera y la protección del consumidor, que contemplen aspectos que emergieron durante la crisis, como la publicación de información sobre el costo real del crédito.

El progreso en estas áreas es esencial para restaurar la confianza en la globalización. Para ello y para garantizar una pronta recuperación y un crecimiento sostenido en el largo plazo, la OCDE insiste en la conservación de mercados abiertos y el establecimiento de estrategias de salida de algunas de las medidas de emergencia adoptadas para enfrentar la crisis. La tentación del proteccionismo, de la permanencia de estímulos y la intervención del gobierno en ciertos mercados está presente. Pero ninguna de ellas favorece el crecimiento a largo plazo.


UN DURO GOLPE



* El nivel de desempleo de 10% para 2010 en los países pertenecientes a la OCDE será el más alto desde la Segunda Guerra Mundial.
* Habrá 50 millones de desempleados al cierre de 2009.
* 100 millones será el aumento en 2009 de trabajadores pobres que viven con apenas 2 dólares al día.

Fuente: OCDE.


Los retos
Finalmente, es fundamental tener en mente que ante la recuperación que cada vez se vislumbra con mayor claridad, hay retos que permanecen ahí, como el cambio climático. En este sentido, no podemos volver adonde estábamos, sino que es necesario un crecimiento ‘verde’ que, a la vez que pone un mayor énfasis en el desarrollo, marque una nueva pauta en términos de innovación y desarrollo de tecnologías más eficientes y amigables con el medio ambiente.

Los avances en estos temas y los siguientes pasos serán la materia de la reunión ministerial de la OCDE este 24 y 25 de junio, en la que no sólo participarán los 30 países miembros, sino también, como lo han hecho activamente en el marco de la Respuesta Estratégica a la crisis económica y financiera, las cinco naciones en proceso de adhesión a la organización (Chile, Estonia, Israel, Rusia y Eslovenia) y el grupo de cinco países con los que el organismo mantiene una cooperación reforzada (Brasil, China, India, Indonesia y Sudáfrica).

La crisis que enfrentamos ha sido única en su género y en el impacto en los mercados financieros, en las empresas y en la sociedad. La respuesta de los gobiernos ha sido también única en su género. La acción multilateral y la coordinación internacional han sido elementos clave para sentar las bases de la recuperación. La OCDE está comprometida a facilitar este diálogo y contribuir a la construcción de una economía global más fuerte, más justa y más limpia. Ésa es la oportunidad y la responsabilidad más grande de nuestra generación.


(1) OECD, Economic Outlook Interim Report, March 2009.
(2)Según estimaciones del Banco Mundial.
(3) De acuerdo con un estudio reciente del Banco Mundial.


El autor es secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

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