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El fantasma del A/H1N1 ronda en México

El rebrote del virus de influenza que amenaza al país y al mundo podría ser peor, asegura la OMS; la vacuna contra la enfermedad no estará lista en México sino hasta finales del año.
sáb 10 octubre 2009 06:03 AM
El director del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica, Miguel Ángel Lezana, comenta que nos tenemos que preparar para un escenario de epidemia peor al de abril.   (Foto: Notimex)
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En un edificio de la Ciudad de México, técnicos de la Secretaría de Salud local montan un centro de inteligencia epidemiológica. Armando Ahued, el mismo secretario que recomendó cerrar la capital durante nueve días en abril (la reacción más radical en México), invierte ahora 35 millones de pesos (MDP) en equipo y tecnología, entre otras cosas, para captar en tiempo real los datos de todo nuevo enfermo que llegue a un hospital. Así espera detectar en qué colonias, colegios y centros de trabajo hay enfermos y enviar alertas y equipos de intervención.

Los planes del gobierno se basan en una proyección que ubica en 200,000 el número de posibles personas infectadas en el rebrote. De ellas, 21,000 requerirían hospitalización. Las muertes por influenza humana serían entre 150 y 200.

“No es un escenario conservador, no es el más optimista”, dice Miguel Ángel Lezana, director del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades. “Es el escenario más al alza, justamente para prepararnos”.

En las últimas semanas, la Secretaría de Salud federal (SS) ha capacitado al personal en hospitales y escuelas en el país, para poner en marcha lo que llaman, una respuesta “focalizada” ante un brote, y así evitar el cierre masivo de negocios y escuelas, dice Lezana.

“Si tenemos casos en una escuela, no tendremos que cerrar toda la escuela, a lo mejor sólo se cierra el grupo o dos grupos y el resto seguirá funcionando.

Sabemos con la experiencia adquirida en estos meses que se puede actuar de esta manera focalizada y con ello lograr mitigar la transmisión del virus”, dice Lezana. Así también, varias escuelas con problemas en un mismo radio, tal vez los lleven a suspender clases en una colonia solamente, señala Ahued, de la secretaría capitalina.

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Las estimaciones del gobierno mexicano sobre el rebrote de AH1N1 contrastan notablemente con el escenario para el cual se está preparando el gobierno estadounidense, según el cual entre 30 y 50% de la población podría ser infectada, y 1.8 millones podrían necesitar hospitalización.

Las previsiones elaboradas por el cuerpo de asesores científicos del presidente de EU, Barack Obama (The President’s Council of Advisors on Science and Technology), prevé entre 30,000 y 90,000 muertes entre el otoño y el invierno, si antes no llega una vacuna.

Lezana dice que la diferencia de los escenarios se explica por dos factores: uno, el clima. El invierno en EU es más húmedo y frío (eso hace que en una temporada de influenza estacional se registren entre 30,000 y 35,000 decesos).

Y el segundo, porque la proyección estadounidense está basada en modelos del comportamiento que tuvo la epidemia de influenza de 1918, y no en lo que se vivió con el virus AH1N1 en los meses pasados, como el de la SS.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el virus no ha mutado a formas más letales, sin embargo, advierte que se mantiene como una amenaza seria para amplios grupos de la población. “Aunque el patrón actual de enfermedad leve continúa, el impacto de la pandemia durante una segunda ola podría ser peor en la medida en que un número mucho mayor de personas podrían contagiarse”, reportó el 28 de agosto en un oficio.

Luego de correr un modelo matemático que desarrolló en julio para evaluar el impacto mundial de la enfermedad en los meses venideros, la OMS asegura que para la gran mayoría de la población en áreas de bajos recursos, las vacunas y los antivirales no jugarán un rol significativo.

“En consecuencia, cualquier esfuerzo coordinado de salud pública para reducir el impacto de la pandemia debe recaer en el efecto combinado de intervención no médica, tal como cierre de escuelas, restricciones a los eventos masivos, aislamiento de individuos y un incremento de medidas personales de protección (lavado de manos y quizás uso de cubrebocas)”.

La vacuna contra la influenza AN1H1 no estará disponible en México hasta diciembre. Según Lezana, la reserva de antivirales (Tamiflu y Relenza) es de dos millones de dosis.

En el plano laboral, la Secretagraficos-1025.jpgría del Trabajo y Previsión Social (STPS) no tiene estimaciones sobre posible ausentismo ligado al rebrote de la enfermedad, pero KPMG, una consultora internacional, estima que en un escenario optimista, éste sería de 2%, con posibilidad de llegar hasta 10% en el peor escenario.

Sin duda, el rebrote de la influenza pondrá a las empresas nuevamente ante situaciones adversas y posibles pérdidas.

Una encuesta de la consultoría Deloitte, levantada del 1 al 23 de junio entre 311 ejecutivos, evidenció los impactos de la epidemia surgida en abril: la mayoría de las empresas (82.5%) fue afectada negativamente por la contingencia sanitaria y cerca de la mitad (45.8%) disminuyó sus ventas o sus ingresos. Además, 37.5% no estaban preparadas para hacer frente a la situación.

Las cosas no cambiaron mucho desde entonces, y de acuerdo con un analista, los negocios parecieran no estar preparándose para el rebrote.

“No veo a las empresas haciendo simulaciones, por ejemplo, para idear cómo reaccionarían si la organización tuviera que enfrentar una reorganización, o reducir o suspender sus actividades”, dice Carlos Chalico, socio y asesor en riesgos de Ernst & Young. “La lectura que alcanzo a dar es que hace falta ejecutar más acciones, y hoy todavía estamos en tiempo”.

Para ayudar a las empresas, centros laborales y sindicatos a preparar un plan de contingencia, la Secretaría del Trabajo emitió una guía de 87 recomendaciones enfocadas a la evaluación de riesgo, identificación de trabajadores esenciales, capacitación, prevención y diseño de políticas temporales.

“El propósito esencial es mantener en activo la planta productiva, desde luego atemperando los riesgos por la diseminación de la epidemia de influenza”, dice Ignacio Villanueva Lagar, director general de Seguridad y Salud en el Trabajo de la STPS. La guía contiene recomendaciones específicas para el manejo de casos y su seguimiento, y para ajustar los esquemas laborales ante un posible ausentismo.

Villanueva asegura que el conocimiento que ahora se tiene acerca de la evolución del virus permite descartar un escenario de alerta tan dramático como el que se dio antes. “Aquí lo importante son las medidas de prevención, el empleo de los filtros en los centros de trabajo para poder ir aislando a las personas que vayan presentando los síntomas de la enfermedad”.

Con información de Alejandra Xanic y Roberto Morales 

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