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2012, el reto del PRI en el Congreso

El PRI quiere fortalecer las arcas públicas en aras de volver a Los Pinos el próximo sexenio; busca aumentar la recaudación y transformar el modelo económico a corto, mediano y largo plazo.
mar 13 octubre 2009 06:00 AM
El mejor incentivo para llegar a un acuerdo legislativo es que Beatriz Paredes y el PRI se sientan cerca de Los Pinos. (Foto: Procesofoto)
Beatriz Paredes (Foto: Procesofoto)

Durante las últimas semanas, los legisladores han discutido la propuesta que recibieron en septiembre del gobierno de Felipe Calderón sobre cómo tapar el boquete que tiene el presupuesto del año que entra, calculado en 300,000 millones de pesos (MDP).

Los diputados de oposición, el PRI incluido, han dicho que no cobrarán impuestos a la venta de alimentos y medicinas, ni siquiera 2% que propuso el gobierno. Pero en lo político, hay muchos incentivos para que prospere casi cualquier medida que le dé más dinero a las arcas públicas.

“El PRI se encuentra enfilado para triunfar en el año 2012”, dice Jesús Silva-Herzog Márquez, académico del ITAM. “(Además) incrementar los recursos fiscales redundaría en una mayor capacidad de los gobiernos priistas para conservar el poder”.

Los resultados electorales del pasado 5 de julio fortalecieron la posición del PRI, partido que ahora gobierna 18 estados donde habita 56% de la población del país. Además, es la primera mayoría en la Cámara de Diputados (véase recuadro), y las encuestas sitúan al priista Enrique Peña Nieto como el candidato puntero en la carrera por la presidencia en la contienda de 2012. En contraste, la fuerza en el Congreso del partido en el gobierno, el PAN, quedó muy disminuida. “Está obligado a negociar con el PRI, éste y los próximos años”, dice el catedrático del ITAM.

El PRI, en la Cámara de Diputados, necesita 14 votos más para aprobar lo que le dé la gana. Estos votos los puede obtener de su aliado en la elección pasada, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Y aunque en el Senado es la segunda fuerza, con 33 escaños, el partido puede lograr la aprobación de la Ley de Ingresos con una suma de PRD y PVEM.

La Ley de Ingresos debe ser aprobada a más tardar el 15 de octubre. El Presupuesto de Egresos de la Federación debe aprobarse a más tardar el 15 de noviembre.

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Beatriz Paredes, presidenta del PRI, sabe que al partido le conviene fortalecer las finanzas públicas del país. Pero la aprobación del paquete fiscal tiene sus propios límites: “Lo hará con la condición de que el costo político se lo achaque la sociedad al gobierno del Presidente Calderón, no al tricolor”, dice José Antonio Crespo, politólogo especialista en el PRI.

La naturaleza de la propuesta del gobierno pondría a prueba algunos paradigmas del PRI “como el dogma de ‘No al IVA en alimentos y medicinas’”, dice Crespo.

“Nuestro principal negociador es el PRI”, dice el panista José Isabel Trejo, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público en el Senado. “Ellos deciden qué ley pasa y qué ley no pasa en la Cámara de Diputados”.

Además del resultado de estas negociaciones, al legislador le preocupa la señal que se enviaría a los mercados si el Congreso no logra ponerse de acuerdo en este tema o si no se realizan las reformas que aumenten la competitividad de la economía mexicana. “En septiembre México bajó un número entre los 20 países que más reciben inversiones”, advierte Trejo Reyes.

“El PRI tiene el ‘balón en su cancha”, dice Diego de la Mora Maurer, investigador de Fundar, un organismo que desde hace casi una década sigue de cerca las finanzas públicas del país. “Ahora tiene una postura de oposición responsable para mostrar una mejoría clara a los ciudadanos y tratar de regresar a la presidencia en 2012”.

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PRI engallado
El PRI conoce la fortaleza de su posición. “Nosotros no vamos a hacer alianzas con nadie”, dice el diputado priista David Penchyna, uno de los principales economistas de la nueva bancada tricolor. “Vemos alianzas con la razón y vamos a poner nuestra razón sobre la mesa”.

Según Penchyna, es necesario que la recaudación de impuestos en México aumente del equivalente a 12.5% del Producto Interno Bruto (PIB) a 18%. “Pero eso será a largo plazo, no en tres o cinco años”, advierte.

¿Qué ingresos obtendría el país en tres o cinco años?, se le pregunta a Penchyna, uno de los candidatos a encabezar la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, en la Cámara de Diputados. “No hay cortos plazos en esto, es una tarea de varios años, pero es urgente que empecemos y lo vamos a hacer desde este paquete económico de 2010, vamos a sentar las bases para poder transformar un modelo económico que es hoy totalmente insuficiente para el país. Es una tarea de corto, mediano y largo plazo”.

México ocupa el último puesto entre los países de la OCDE en términos de recaudación como porcentaje del PIB. En los últimos 15 años, los ingresos tributarios han aumentado el equivalente a 1.1% del PIB (casi 125,000 MDP).

Algunos legisladores priistas creen que aumentar la recaudación implica revisar con lupa los regímenes especiales por los cuales el Estado deja de recibir 500,000 MDP, equivalente a 4% del PIB. “Los regímenes especiales son los que más nos preocupan en materia tributaria, por eso vamos a revisar cuáles se quedan y cuáles no”, apunta el diputado priista Ildefonso Guajardo.

Además, plantean reformas al Código Fiscal de la Federación para que se agilice el pago de los impuestos y aumentar así el número de contribuyentes. También pretenden dotar de las herramientas suficientes al Sistema de Administración Tributaria (SAT) para que pueda combatir mejor la evasión.

El fiel de la balanza
Para Crespo, no hay duda de que los gobernadores tendrán un peso fundamental en este paquete económico 2010 y en las decisiones legislativas más importantes. “Muchos diputados le deben su puesto y fueron negociados por los 18 gobernadores del PRI; ellos los impulsaron, por lo que tienen su influencia”.

Luis Videgaray, uno de los priistas que está más involucrado en esta negociación, fue secretario de Finanzas del Estado de México. Heliodoro Díaz fue secretario de Gobierno de Oaxaca. Javier Duarte fue subsecretario de Finanzas y Administración del gobierno de Veracruz. El coahuilense Rubén Moreira es hermano del gobernador. El propio Penchyna fue secretario de Desarrollo Económico de Hidalgo.

“Si los gobernadores se ponen de acuerdo para modificar el paquete económico con el fin de obtener mayores recursos para sus estados, sin duda serán una fuerza importante, que los diputados y el propio gobierno no puede soslayar”, dice José Antonio Crespo.

¿Tienen ese peso en el Poder Legislativo los gobernadores?, se le cuestiona al diputado Penchyna. “Los gobernadores tienen sus facultades y tienen su chamba establecida en cada constitución estatal, y los diputados federales somos diputados federales. Somos dos cosas distintas”.

¿O sea que no existe ese peso?, se le insiste. “Sí existe, son gobernadores, nada más que uno es gobernador y el otro es diputado. Son trabajos específicos”.

El caso de Videgaray es emblemático. Trabajó con Pedro Aspe cuando éste fue secretario de Hacienda, en el sexenio de Carlos Salinas. Luego fue directivo de Protego, un fondo de inversión que fundó el mismo Aspe. Fue designado después secretario de Finanzas de Enrique Peña, en el Estado de México, y durante su gestión renegoció una deuda de 20,000 MDP que tenía el estado.

“Aquí en el PRI se dice que Peña Nieto siente tanta seguridad de llegar a 2012 que mandó a Luis Videgaray a San Lázaro para arreglar las cuestiones fiscales”, dice un priista que prefirió el anonimato y que trabaja en el Comité Ejecutivo Nacional del partido.

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