Rigoletti arma semillero de diseñadores

Cada año se presentan más de 20,000 solicitudes de patente ante el Instituto Mexicano de la Protección Industrial, pero menos de 5% corresponde a proyectos de mexicanos. Por esta razón es loable el rol del diseñador industrial Alberto Rigoletti Ewald, quien a sus 36 años es director de Rigoletti Casa de Diseño, y desde 2001 se ha dedicado a desarrollar a jóvenes mexicanos capaces de diseñar todo tipo de productos industriales, desde maquinaria y muebles hasta transportes.

"Mi sueño es que dejemos de ser un país dedicado a la manufactura de diseños importados, y comencemos a confiar en nuestro propio talento", afirma.

Fundó Casa de Diseño, el primer centro educativo especializado en el ramo, donde imparte la Licenciatura en Diseño de Transporte con el respaldo del Instituto de Artes Aplicadas en Diseño de Turín y el reconocimiento del Consejo Europeo de Escuelas de Educación Superior.

Además ofrece talleres y diplomados en diseño de productos, fotografía digital y joyería.

El centro mantiene una matrícula promedio de 200 alumnos, una cifra menor comparada con los más de 60,000 jóvenes que cada año estudian alguna carrera de diseño, pero esto facilita la vinculación con el mundo laboral.

"Esta escuela se ha convertido en un semillero de artistas de vanguardia", dice Diego Arrazola, director de Comunicación Corporativa de Nissan Mexicana, empresa con la que Rigoletti Casa de Diseño colabora desde hace tres años.

Su trabajo es reconocido por firmas como Fiat, Alfa Romeo y Pininfarina, con las que mantiene alianzas para que sus alumnos muestren diseños y hagan prácticas profesionales.

Rigoletti participa también en programas de la Universidad Anáhuac y del Instituto de Artes Aplicadas de Turín, y dedica parte de su tiempo a dar conferencias internacionales sobre diseño industrial y automotriz.