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Jaime Serra Puche, negociador del TLCAN, presenta sus propuestas para dar el siguiente paso en la re
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

Jaime Serra Puche, el negociador mexicano del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), viste informal en esta tarde de jueves. No hay rastro del bigote que lucía hace 12 años, y respira la tranquilidad que disfrutan los ex altos funcionarios en el mundo privado –fines de semana, horarios definidos, cero acoso mediático–. La entrevista se celebra en una sala de juntas de SAI Asesores, en un colorido edificio de Legorreta, en el área corporativa de Santa Fe en el Distrito Federal.

- Lo dijo en octubre de 1992 ante la Cámara de Senadores, a dos años de la entrada en vigor del tratado y lo repite hoy: “El TLCAN no es la panacea”. Al igual que defienden varias voces, Serra  Puche piensa que es el momento de abordar los temas más conflictivos en la relación trilateral: el proteccionismo comercial que genera la política de seguridad estadounidense, el impulso a una mayor complementariedad de los mercados agrícolas, la necesidad de una política energética común, la coordinación de las políticas fiscales y monetarias o la mejora de la resolución de controversias comerciales. Puntos que no resuelve explícitamente la Alianza por la Seguridad y la Prosperidad en América del Norte (Aspan) presentada por los presidentes de los tres países en junio, en Ottawa. “La Aspan sólo recoge los frutos maduros”, dice.

- ¿Se agotó la ventaja competitiva del TLCAN?
Las cosas no son blancas y negras. Se han diluido las ventajas que México tuvo con el TLCAN, por varias razones. La primera porque hay apertura global. Seguramente con la ronda de Doha, en la Organización Mundial de Comercio (OMC), vendrá una adicional. Además, Estados Unidos ha firmado tratados con otros países, en particular con los centroamericanos o con Chile, y que dan preferencias de acceso al mercado estadounidense equivalentes a las que tuvo México hace 10 años. No es que el TLCAN se haya agotado, es que se han diluido sus ventajas competitivas.

- ¿Estaban conscientes de que esto iba a pasar cuando se firmó el TLCAN?
Bueno, claro. No se esperaba que las ventajas del TLCAN para México fueran eternas. Fue un principio en la integración con la economía estadounidenses.

- ¿Cuáles son los efectos más claros del TLCAN?
Yo creo que para evaluar los resultados del TLCAN, lo más importante es determinar cuál era el objetivo. Yo he dicho hasta el cansancio que el TLCAN nunca fue una panacea, que resolviera todos nuestros problemas económicos, porque no puede ser. Los dos objetivos fundamentales fueron aumentar nuestra capacidad de exportación y nuestra capacidad de atraer inversión extranjera hacia México. En esos dos frentes, los resultados del TLCAN son espectaculares: aumentaron las exportaciones en forma exponencial y somos de los principales receptores de Inversión Extranjera Directa (IED) en el mundo en desarrollo.

- El TLCAN no resuelve la falta de competitividad en materia energética, ni la falta de competitividad laboral por la rigidez que tiene el mercado, tampoco resuelve los problemas del campo, porque ésos no eran los objetivos.

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- Hay críticas sobre la integración de cadenas nacionales. En China, 50% de los componentes de lo que exportan son de producción china, mientras que en México llega a ser de 2% en algunas maquilas.

- El fuerte de las exportaciones mexicanas hoy es la exportación manufacturera. Del total de la exportación manufacturera, la mitad es lo que se llama maquila. Eso es un término equivocado, porque la maquila ya no existe en México para efectos de América del Norte, y eso no se entiende.

- La maquila fue un régimen fiscal que consistía en un pago de impuestos de los productos importados que compran las empresas, para transformarlos y exportarlos. Y ese régimen existía para exportar productos. Para demostrar que habías importado un insumo, podías pedir el duty drawback (reembolso de impuestos) y si hacías ejercicio de esa opción no podías vender el mismo producto en el mercado nacional. Así se diseñó la maquila y así creció.

- En la negociación del TLCAN se acordó que en el séptimo año desaparecería la maquila. Entonces, esas empresas que históricamente se les llamaba maquiladoras, ya no lo son, porque ya no reciben ese duty drawback y, por otro lado, pueden vender en el mercado nacional. Ya pagan impuestos y tienen un régimen fiscal (dependiendo si son centros de costos o de ganancias).

- Lo que es cierto es que ese régimen histórico indujo un incentivo para utilizar más insumos importados, en lugar de usar insumos nacionales, porque no pagaban impuestos por importar insumos. Lo que históricamente fue una maquila, tiene un contenido nacional pequeño. Está creciendo, pero de manera gradual. Debería haber políticas para hacerlo crecer mucho más.

- Muchos proveedores mexicanos deberían vender a esas empresas que ya son como cualquier otra. No ha ocurrido fundamentalmente por un tema de desconocimiento, y por un tema operativo concreto.

- Estas empresas nacieron y crecieron tomando sus decisiones de compra fuera de las plantas mexicanas, desde sus sedes centrales. Yo me instalaba en el país y tenía mis divisiones de compras de insumos en México, Nueva York, Chicago o cualquier otro lugar, y no conocían al señor que compraba.

- Hay que hacer un esfuerzo para que estas empresas descentralicen sus decisiones de compra, que compren en México y que busquen insumos nacionales competitivos. Aumentar el contenido de insumos nacionales no es tema del TLCAN.

- ¿Eso de quién depende?
Digamos que debe ser asunto de la Secretaría de Economía, de los bancos de desarrollo.

- ¿Y realmente están haciendo eso?
Yo no conozco muy de cerca lo que está haciendo el gobierno. Pero a lo que voy es que no es un tema del TLCAN, sino que es un problema histórico de lo que fue la maquila en los 60.

- Hay dos cosas muy importantes. Una que es muy técnica y otra que no lo es. En la medida en que la mitad de nuestras exportaciones aumenten los insumos nacionales por cada dólar que exporten, habrá un efecto multiplicador en la economía mexicana.

- He escuchado a muchos políticos decir que lo bueno de tener un tratado de libre comercio con Europa es que si se cae la economía estadounidense podemos tomar a la economía europea. Esto sólo refleja ignorancia. Porque las exportaciones a Estados Unidos y Canadá están sujetas al cumplimiento de las reglas de origen.

- Por ejemplo, para exportar una mesa de México a Estados Unidos, necesita tener contenido regional. Puede ser que la madera sea de Canadá, Estados Unidos o México. Si produzco esa mesa con madera canadiense y quiero exportarla a España, el producto se rige por las reglas de origen del tratado con la Unión Europea. Y ese tratado exige que la mesa tenga madera mexicana o europea. No estadounidense ni canadiense.

- Una empresa mexicana que exporta en forma intensa a América del Norte, y que utiliza insumos regionales, no puede cambiar de proveedores para poder exportar a otro destino.

- Por esta rigidez, no ha crecido el comercio con Europa. Para el exportador este proceso sería más versátil si utiliza insumos mexicanos. Porque si usa madera mexicana, califica para exportar a América del Norte y a Europa. En la medida que la industria exportadora utilice más insumos mexicanos, será más versátil y podrá pasar de un país a otro con mayor facilidad.

- ¿Qué opina de la Aspan?
Lo resumo: yo diría que a la Aspan le falta punch.

- ¿Por qué?
Todas las medidas que se proponen están muy bien.
La idea de unir ‘seguridad y prosperidad’, me parece bien. Pero me da la impresión de que todas las medidas son tímidas. Digamos, comparando esto con la introducción del TLCAN en 1994, estamos en dimensiones muy distintas.

- Yo entiendo que la lógica de esto es lo que en inglés llaman low hanging fruit: tomar la fruta que está más abajo en el árbol, porque es la más fácil de agarrar.

- Está bien pero, a todas luces, es insuficiente y no compensa la erosión de las ventajas que México ha tenido en los últimos años. Yo creo que hay cosas mucho más profundas por hacer para que México retome esas ventajas y se posicione en América del Norte, frente a China y Centroamérica. Esas ventajas se deben basar en que tenemos una relación de 10 años y un tratado que ninguno de los otros países  tiene. Hay ventajas naturales que México puede aprovechar frente a otros países.

- ¿Por ejemplo?
El primero es el tema de la seguridad que se asume en la Aspan. Paradójicamente, el hecho de que somos vecinos nos debiera dar ventajas para que (bajo el paraguas de la seguridad) no se introdujeran medidas proteccionistas a los productos mexicanos. Un ejemplo, la ley del bioterrorismo que vino después (de los atentados) del 11 de septiembre en Estados Unidos es una medida proteccionista. Nosotros estamos igual de sujetos a esas leyes que los chilenos, que los chinos y que los europeos. Deberíamos tener un esquema de certificación del continente, estándares en la parte norte que permitan relajar las medias tan estrictas de esta ley, sólo con los productos mexicanos. Eso nos daría inmediatamente una ventaja comparativa sobre todo en los productos agroindustriales.

- Si estudiamos las variables macroeconómicas de México en términos de inflación, volatilidad del tipo de cambio y tasas de interés, hay una convergencia muy natural con los valores de Estados Unidos y Canadá. Y no es el caso con otros países.

- Tener un acuerdo macroeconómico con Estados Unidos y Canadá, que le dé continuidad a esa convergencia, puede ser una ventaja comparativa que le otorgue más seguridad a los inversionistas. En un acuerdo macroeconómico trilateral se pueden establecer inflaciones bajas, tasas de interés bajas, poca volatilidad del tipo de cambio.

- ¿Sería como un Banco Central de América del Norte?
Bueno, sería un paso muy fuerte. Pero sí, se puede empezar con un programa de coordinación macroeconómica donde se asegure que los tres países tienen disciplina fiscal y que no hay inflaciones altas.

- Eso daría tranquilidad a los inversionistas en la región para escoger el mejor lugar desde un punto de vista competitivo real. Esto es un tema muy importante para México, ante el cambio de gobierno dentro de un año y medio.

- ¿Cómo resolver los problemas de disputas comerciales?
También me parece muy importante que se dé el fortalecimiento de las instituciones para la resolución de las disputas. Se hace algo menor en la Aspan.

- La resolución de disputas, y en particular el dumping, son instituciones que se debieron crear de mejor manera en el TLCAN y que aún  están a tiempo de ser corregidas.

- México, durante las negociaciones, hizo una propuesta de lo que se llamó el high ground. Se dijo, que tengamos una política de competencia (un anti trust común) y que desaparezca el concepto de dumping.

- Esto dará una ventaja a los productos mexicanos contra el anti dumping que se le practica a los productos chinos o centroamericanos. Sería una extraordinaria ventaja comparativa para México.

- De hecho en el TLCAN está contemplado un grupo de trabajo para explorar esto. Yo creo que es un tema urgente.

- Si vemos los patrones de producción agrícola en Estados Unidos, y los comparamos con los patrones de producción de México, notaremos que son muy complementarios. Hay una ventaja competitiva natural en Estados Unidos para producir cereales y en México, tenemos una ventaja competitiva natural para producir vegetales y frutas. Tendríamos que encontrar acuerdos de coordinación de política agropecuaria entre los tres países, que permitan explotar las ventajas que México tiene y yo le aseguro, sería uno de los mecanismos más efectivos contra la pobreza en México.

- Mi temor es que nos estamos acercando a un parteaguas en este tema: la apertura del maíz. Y aquí existen sólo dos opciones: o regresamos al proteccionismo (que es lo que se está presentando como solución) o, viendo hacia el futuro, nos vamos hacia un plan moderno.

- La solución no es volver a proteger la producción de algo que no hicimos bien, porque eso sólo sirve para eternizar la pobreza en el campo. La solución es dedicarnos a producir lo que podemos hacer bien. Éste es un gran tema del TLCAN y que nos podría dar una solución extraordinaria en temas de crecimiento y de pobreza. En Chiapas, en Veracruz y en Tabasco, somos súper competitivos produciendo frutas.

- ¿La aprobación de la venta de productos modificados genéticamente supondría un cambio?
No, porque para producir maíz, granos y cereales necesitas tres cosas: grandes extensiones, ser intensivo en capital y  humedad en la tierra. Y no tenemos ninguna de las tres en México.

- Para producir vegetales y frutas, por ejemplo, necesitas pequeñas extensiones y mucha mano de obra. Para producir espárragos necesitas 10 veces más gente que para cosechar maíz. Son intensivas en mano de obra y son cadenas que tienen suficiente valor para que sea rentable invertir en infraestructura de riego.

- Se debería crear un fondo para que la agricultura mexicana se transforme y reasignen recursos. Es una reconversión agrícola.

- ¿Y en energía qué hay que hacer?
Hay que enfrentar de una vez por todas el tema energético. Eso le daría una competitividad notable a América del Norte, frente al resto del mundo.

- En el TLCAN están sentadas las bases para buscar esquemas de contribución y colaboración energética sin entrar en las discusiones tan dramáticas sobre la soberanía. Medidas mucho más modernas nos darían competitividad a todos, al interior de la República, en la región frente a un todo y frente al resto del mundo.

- Le llaman trade irritants (irritantes comerciales).
Es totalmente absurdo lo que se ha hecho con el capítulo del transporte y me llama la atención que no se haya resuelto.

- Aunque México ganó el panel...
En el panel, los instrumentos del TLCAN le dan la razón a México. Llega una solución y una oferta que no es exactamente lo que dice el TLCAN. Y ésa es la excusa que usa Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) para no (aceptar una apertura del transporte de carga en la frontera y) competir. Lo que no puedes como líder de un país es elevar los costos de transporte a un sector. Eso no se puede hacer.

- Hay muchos comerciales irritantes y el chiste es dejarlos en el pasado e ir para adelante. Eso sería utilísimo en la relación trinacional. Con esto, aumentaría la competitividad de México frente al Tratado de Libre Comercio de Centroamérica (Cafta, por sus siglas en inglés), y de manera más importante frente a China.

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