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&#34Nos vemos en los tribunales...&#34

Con una demanda FEMSA alejó cualquier posibilidad de un acuerdo con Interbrew. El mercado cervecero
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

En tiempos de globalización, comprar una cerveza mexicana, belga o brasileña no representa problema alguno, cualquiera que sea el lugar del mundo donde uno desee consumirla.

- Pero cuando se trata de conciliar los intereses de las tres principales productoras de la espumosa bebida, aunque sea para crear un líder mundial, las cosas se complican, y mucho.

- Después de varios días de negociaciones a puerta cerrada en Nueva York, Interbrew (de Bélgica), AmBev (de Brasil) y FEMSA (de México) no llegaron a un acuerdo. Pero no sólo eso: el holding mexicano que preside José Antonio Fernández, a través de su subsidiaria en Estados Unidos, Wisdon Import Sales, presentó una demanda en contra de Interbrew Labbat.

- Este pleito comenzó a mediados de febrero, cuando la empresa belga aceptó adquirir una participación que le da el control de la firma brasileña. El resultado fue la creación de la segunda cervecera mundial, con dominio sobre 14% del mercado global.

- Una cláusula de aquella operación estableció que AmBev asumiría el control y la deuda de $1,500 MDD de Labatt usa, empresa que tiene 30% de participación en FEMSA. Así las cosas, la unión belga-brasileña se transformó en socia de los mexicanos, sin que éstos tuvieran posibilidad de elección o –cuando menos– fueran consultados. De haberse dado tal posibilidad, FEMSA hubiera podido ejercer el derecho a redefinir su esquema de integración; o bien, suspender la alianza con Interbrew y comprar su parte.

- “El proceso judicial busca impedir ciertos aspectos de la transacción anunciada [entre Interbrew y AmBev] que involucran una transferencia de responsabilidades a la subsidiaria de Interbrew,  Labbatt”, difundió la firma regiomontana en un comunicado.

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- Espuma en juego
El punto álgido del conflicto para FEMSA es la comercialización de sus marcas XX y Tecate en EU. Analistas especulan que si retomara el control del 100 % de las acciones, reestructuraría sus exportaciones en América del Norte, quizá junto a un nuevo socio como Heineken.

- Al margen de esta nueva situación que se presentó con la fusión, FEMSA e Interbrew sostienen malas relaciones desde 2001, cuando la belga compró la cervecera Becks y buscó comercializarla a través de Labatt en Estados Unidos.

- “Es difícil definir un pronóstico sobre lo que pueda pasar”, dice Federico Morta, analista de Standard & Poor’s. “Si aceptaba, FEMSA podía haber ganado mayor presencia en los mercados que Interbrew-AmBev tienen, sobre todo en Europa y Sudamérica.”

- Para José Carrillo, de Credit Suisse First Boston, el escenario más factible es “FEMSA comprando la parte de Interbrew”, para lo cual los mexicanos “están intentando mejorar su posición de negociación”.  Según cálculos de ABN Amro, la firma necesitaría $1,000 millones de dólares para comparar la porción de su socio no deseado.

- Formar o no parte del nuevo líder mundial es un dilema que FEMSA ya resolvió al iniciar la demanda. El proceso está radicado en el Tribunal del Distrito Sureste, con sede en Manhattan. La empresa argumentó en su presentación la necesidad de defensa de los derechos de su subsidiaria Wisdom, como accionista minoritaria de Labatt, ante la posibilidad de que sean violados en el proceso de fusión de Interbrew y AmBev.

- Según los analistas consultados, FEMSA tiene amplias oportunidades de ganar, al amparo de las leyes que protegen a los accionistas minoritarios en Estados Unidos. Mientras tanto, Merrill Lynch puso en neutral la recomendación sobre los ADR de AmBev en aquel país. Cuando se presentó la demanda, el precio pasó de  $1.43 a $1.28 dólares.

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