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A extraer dinero del aire

El nuevo mercado de bonos del medio ambiente puede ser una fuente de recursos para las empresas mexi
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

Los científicos prometen que el siglo XXI será como un largo verano. El -calentamiento global, como el saldo más peligroso del efecto invernadero, ha -provocado una guerra entre el mundo empresarial y el movimiento ambientalista.

- Entre acrónimos, nombres moleculares, certificaciones y evaluaciones -ambientales, se está cristalizando un mercado que en tres años podría valer -$10,000 millones de dólares según calcula Point Carbon, una firma consultora -en temas energéticos.

- Las empresas mexicanas podrían obtener hasta $500 millones de dólares entre -los años 2008 y 2012 según datos proporcionados por la Secretaría de Energía -(Sener).

- La divisa de este mercado es el bono de carbono, que puede verse como un -premio a las empresas por no emitir los gases que causan el efecto invernadero. -El bono equivale a una tonelada de bióxido de carbono (CO2) -no emitida a la atmósfera.

- Hasta ahora, los bonos pueden ser emitidos por las Naciones Unidas y por la -Unión Europea.

- Las compañías que reducen las emisiones de este gas pueden vender sus bonos -a otras empresas que, en forma voluntaria o por obligación, deben compensar los -gases invernaderos (como el CO2) que han -emitido adicional a su cuota.

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- Casi todo el mercado se trata de bonos que se generarán en el futuro, sin -embargo hoy ya tienen un precio que varía entre $4 y $6 dólares por bono.

- “Ha llegado el momento”, comenta John Paul Moscarella, vicepresidente de -Econergy, una empresa estadounidense de capital de riesgo que en los próximos -años planea invertir en México $20 millones de dólares en proyectos que, por -sus características ambientales, puedan ganarse este tipo de bonos.

- “Hemos esperado 10 años sin que el mercado de créditos de carbono fuese -interesante como negocio, pero la infraestructura del mercado está llegando a -un punto en que hay posibilidades de ganancias”, dice el inversionista.

- El negocio de Kyoto
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Aunque hay varios tipos de bonos, el más interesante para las empresas -mexicanas es el CER (Certified Emisions Reduction), que alcanza las -normas de la ONU por su uso en el marco del controvertido Protocolo de Kyoto. -Este acuerdo, firmado por los miembros de las Naciones Unidas pero que no ha -sido ratificado por Australia, Mónaco, Liechtenstein, Estados Unidos y Rusia, -define un mecanismo para que los países desarrollados pueden compensar sus -emisiones de gases invernadero con bonos de países subdesarrollados.

- Por ejemplo, una empresa como RWE, el gigante energético alemán y el mayor -emisor de gases invernaderos en la Unión Europea (UE), podría comprar bonos -otorgados a Pemex por reducir emisiones en una de sus plantas en México. “Es -un mecanismo con el cual las inversiones se mueven al lugar donde sean más -eficaces”, comenta Carlos Muñoz, director del Instituto de Ecología. “Puede -ser más caro hacer más eficiente una planta moderna en un país desarrollado, -por eso buscan alternativas en países donde se puede modernizar la industria -con menos recursos.”

- En México existen proyectos que ya están en proceso de aprobación para ser -acreedores de este tipo de bonos, los cuales tienen que ver con la -comercialización de energía eléctrica bajo el esquema de cogeneración, un -requisito según la regulación.

- “Los bonos de carbono son una ganancia adicional, no un negocio en sí -mismo”, explica Manuel Estrada, funcionario de Semarnat. “Son una manera de -estimular inversión y ganancias para proyectos que tienen sus propios ingresos”.

- Según el Protocolo de Kyoto, los países desarrollados tienen que bajar sus -emisiones durante el periodo de 2008 a 2012 a un nivel menor al que tenían en -1990, en al menos 5.2%.

- Política vs. contaminación
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Al protocolo sólo le falta la ratificación de Rusia o Estados Unidos para -llegar a la cuota necesaria de emisores para que el tratado entre en vigor. La -negativa de George W. Bush ya es notoria. Su rival para las elecciones de -noviembre, John Kerry, dice que está a favor de la acción multilateral en -asuntos ambientales, pero no ha dicho nada explícito en favor de Kyoto.

- Mientras tanto, la ratificación rusa está en las ágiles e inescrutables -manos del presidente Vladimir Putin. El oponente de Kyoto más visible en su -gobierno es el asesor económico Andrei Iliaranov, quien comentó recientemente -al periódico Moscow Times que el protocolo sería “un Auschwitz internacional” -por las restricciones en consumo de energía que implicaría. Kyoto no tiene -muchas implicaciones para los rusos. Han perdido fuerza industrial desde 1990, -el punto de referencia del protocolo, y quedan muy abajo de la cuota que tienen -que cumplir.

- Los países subdesarrollados no tienen obligaciones bajo este acuerdo. -México, que emite más gases invernadero que España, puede disfrutar las -ventajas del protocolo sin sufrir sus consecuencias.

- Para la industria mexicana el acuerdo de Kyoto es pura ganancia. Significa -más facilidades para atraer inversión, flujos de conocimiento tecnológico, -mejor cumplimiento con leyes medio ambientales y un nuevo producto para vender: -los bonos de carbono.

- La UE ha decidido continuar con sus compromisos de Kyoto pese a la falta de -ratificación total. Sus miembros están estableciendo cuotas a su industria -para 2005. Si una empresa no cumple su cuota tiene que pagar 40 euros por cada -tonelada de CO2 excedente. Calculan que -unas 12,000 firmas europeas van estar trabajando por debajo de esas cuotas.

- “Las cuotas negociadas hasta ahora son relativamente liberales,” comenta -Jorund Buen, vicepresidente de Point Carbon. “Los precios en el mercado -bajaron con estas noticias. Además la oferta aumentó cuando aprobaron el -linking directive.”

- Se refiere a un acuerdo ratificado por la UE en abril que estipula que -empresas europeas pueden comprar los bonos de carbono a países de otros -continentes para compensar sus excedentes. Esto implica que desde entonces las -firmas mexicanas pueden participar en el mercado europeo.

- Hoy es imposible estimar el valor del naciente mercado porque las empresas -tienen que ver si quedan por debajo de sus cuotas o no. Sin embargo, ya están -investigando para saber cómo funciona y disminuir riesgos.

- “Hay compañías que especulan en el mercado de bonos, aunque no son -muchas,” comenta Nathalie Roth, directora de Greenhouse Gas Services Group de -Evolution Markets, uno de los corredores de bonos medio ambientales y derivados -del clima más grande del mundo. “La mayoría los están comprando para -asegurarse de cumplir con sus cuotas en el futuro.”

- Un ejemplo es Shell que especuló con 220,000 toneladas en bonos durante 2002 -comprándolos barato, vendiéndolos a un precio mayor y volviéndolos a comprar -otra vez cuando el precio se desinfló.

- Los clientes claves
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Actualmente el gobierno holandés es el comprador más grande de bonos de -carbono en el mundo. Ha adquirido alrededor de 30% del intercambio en 2002 y -2003. El Banco Mundial y el Rabobank, entre otros, distribuyen sus fondos.

- El segundo mayor comprador es el Prototype Carbon Fund del Banco Mundial, que -tiene en sus arcas $180 millones de dólares que han sido contribuidos por seis -gobiernos y 17 empresas, entre las que se incluyen Gaz de France, BP Petroleum, -Mitsubishi y RWE. Es básicamente un mecanismo para estimular e investigar el -mercado potencial. Tienen $100 millones de dólares invertidos en proyectos de -reducción de emisiones.

- El tercer gran comprador de bonos es Japón, con quien México también -firmó un acuerdo en abril. El país asiático no tiene cuotas obligatorias como -los europeos, pero funciona con un esquema de reducciones voluntarias. El -esquema se llama Plan Keidanren y tiene como meta para 2010 tener el mismo nivel -de emisiones que tenían en 1990.

- Este proyecto opera a través de su propio sistema de transferencias, pero -probablemente algunas industrias usarán el mercado de bonos en el futuro, dice -Yasukiyo Horiuchi, miembro del Buró de Medioambiente y Tecnología de -Keidanren, una federación de empresas japoneses.

- “Varias industrias, como electricidad y petróleo, tienen dificultades para -no exceder sus metas voluntarias de emisiones y están interesadas en usar bonos -de carbono para compensar sus excedentes”, comenta Horiuchi. “No tenemos -postura oficial, pero no creo que sea un problema para el Keidanren usar bonos -comprados en el extranjero”. El convenio firmado entre México y el Japanese -Bank for International Cooperation (JBIC) tiene el enfoque especial en generar -inversiones para Pemex y la CFE. Distribuyen los fondos Nafin, Bancomext y -Banobras.

- “Aún es imposible estimar cuánto vamos a invertir”, comenta Yasuaki -Negishi, oficial de Prensa de JBIC. “Cuando veamos proyectos concretos, -decidiremos cuánto invertir.”

- A pesar de que todavía es un mercado embriónico, estar tomando forma frente -a la resistencia de los intereses económicos de los países desarrollados -indica la fuerza que está ganando.

- Como dijo un funcionario de la UE, “no es tan relevante que todos estén de -acuerdo ahora. Lo que es relevante es que el clima está cambiando y no hay otro -plan.”

- Desde esta perspectiva, un mercado de bonos parece inevitable y las ganancias -en inversión, tecnología, recursos financieros y en cumplimiento con -normatividad medioambiental, serán para las empresas que sepan observar esta -oportunidad.

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