Por años, el accionista mayoritario de la empresa fue Pablo Aramburuzabala Ocaranza, pero luego de su muerte temprana el principal capital lo ostenta ahora Antonino Fernández, desde hace años presidente y director general de la cervecera.
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Fundada en 1925 por Braulio Hiriarte, la cervecería Modelo pasó a manos de Pablo Díez Riega dos años después. Entre sus socios en los años posteriores estarían Félix Aramburuzabala y Antonino Fernández Rodríguez. El otro decano de la empresa, Juan Sánchez Navarro, se incorporó en 1943, tras un breve periodo de trabajo en Cervecería Cuauhtémoc.
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Con el tiempo, el control pasaría principalmente a manos de Pablo, hijo de don Félix, de quien también recibió con la herencia un apellido kilométrico, así como de Valentín Díez Morodo, hijo de don Nemesio Díez Riega, hermano del Pablo original, y quien hace un año todavía andaba por ahí, trabajando en Modelo a sus 85 años.
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Mientras Aramburuzabala figuraba por su dinero y su fuerte posición accionaria en el Grupo Financiero Banamex-Accival (lo cual lo mantuvo por años en la lista de -Forbes, dentro de los 10 primeros multimillonarios mexicanos), Valentín Díez brillaba más bien por su labor como administrador de la empresa y “cerrador” de importantes negocios de exportación aquí y allá.
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Y no se hable de la fama de Juan Sánchez Navarro, el reconocido ideólogo de los empresarios del país, quien hace mucho que no habla de cerveza, sino que se ha convertido en la fuente favorita de cuanto periodista quiere una voz polémica sobre política y macroeconomía.
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Mientras tanto, Antonino Fernández ahí está: callado, parco, un tanto parsimonioso, en su chamba de presidente del Consejo y director general. Como contraste con algunos de sus vicepresidentes, este empresario no ama el micrófono ni los reflectores y mucho menos las fotografías. Es el hombre del trabajo hacia adentro del consorcio. Así ha sido por décadas, mientras Modelo se convertía en el monstruo que domina 56% del mercado de cerveza del país y exporta a más de 60 países, principalmente su marca -Corona. Cuando Anheuser-Busch, el monstruo cervecero estadounidense, se interesó por adquirir la firma mexicana, mucho de la dura negociación de términos, que consiguió preservar la mayoría accionaria nacional, corrió a cargo, dicen, de Díez Morodo y Aramburuzabala principalmente. Hoy, Anheuser-Busch ostenta 37% de las acciones de la firma y a sus socios mexicanos no parece interesarles mucho que avance en su participación. Después de todo, Modelo vendió en 1996 $11,769 millones de pesos, y eso que fue un mal año. Fernández, ya pasado de los 75 años, domina hoy en Modelo y tiene establecida su propia herencia: su hijo Carlos Fernández González es otro de los vicepresidentes del consorcio.
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No se sabe qué marquen los acuerdos internos de este grupo en caso de que Antonino Fernández ya no esté, pero aquí tal vez está pasando muy lentamente el proceso que deben seguir las empresas: los propietarios están alejándose de la operación y dejándola en manos de ejecutivos profesionales.