Parece que a Carlos Slim no le hizo gracia la oferta de Banamex por comprar Bancomer: “Es una vergüenza y un cinismo que en lugar de haber vendido sus activos para pagar sus quebrantos, los usen para comprar Bancomer”, dijo.
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Por supuesto, desató una respuesta airada de Banamex, que acusó al presidente de Telmex de defender sus intereses. Da la casualidad que Avantel, una filial de Banamex, compite en los servicios de telefonía de larga distancia. “Está claro, hay competencia con Avantel y se incrementarían los problemas de Inbursa (banco que también es presidido por Slim) con un nuevo competidor”, dice un analista financiero.
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Slim criticó la propuesta de Banamex porque, según él, implicaría desmantelar Bancomer. Además, rechazó el argumento de que se crearía un banco con el tamaño necesario para competir mundialmente: “Ni solos ni juntos tienen tamaño mundial, los terminaría comprando un extranjero”.
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Para rematar –y reforzar las sospechas–, Slim acompañó sus declaraciones con un documento de Goldman Sachs, en el que directivos de Banamex definen a su grupo financiero como una institución con una “posición dominante”. ¿Suena conocido? La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) acaba de iniciar un proceso para establecer obligaciones especiales a Telmex por tener posición dominante en algunos mercados. El documento serviría para deshacer algunos de los argumentos de Avantel contra Telmex.
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¿No será que Slim teme la unión de Avantel con Alestra, subsidiaria de Bancomer? Algunos analistas lo especulan.
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