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Bangalore en México

El reto es quitarle a India una parte del apetitoso mercado de la subcontratación de servicios (<i>
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

El teléfono suena en el escritorio de Dhiren, son las 4 de la madrugada en Gurgaon, uno de los suburbios de la capital de India. Escucha una voz que ya le suena conocida. Es uno de sus clientes que está en el otro lado del mundo. Un inversionista estadounidense que quiere un análisis del rendimiento de algunas compañías de energía eléctrica frente a ciertos parámetros macroeconómicos. Tal como lo solicita, el empresario tendrá el reporte en su correo electrónico a primera hora de la mañana, cuando regrese a su oficina.

- Dhiren, un joven economista de 23 años, considera –al igual que sus colegas en la oficina– que este trabajo es estresante. Sin embargo, en menos de ocho horas consiguen peinar cientos de datos y reportes de compañías para entregar su pedido a tiempo. “Hay mucha presión y fechas límites, pero nuestros clientes están felices con nuestro trabajo y esto es lo que nos da una gran satisfacción”, explica Dhiren, quien al contestar el teléfono cambia su nombre por Sean Carter, para facilitarle la comunicación a su interlocutor occidental.

- Existen en India más de 300,000 jóvenes profesionistas al año que reciben entrenamiento durante un periodo de seis a ocho semanas antes de ser integrados a la creciente industria del offshore outsourcing. En determinados casos, y luego de demostrar lealtad a la empresa que los emplea, algunos viajan al extranjero a recibir más capacitación. Los hay como Dhiren que se dedican al análisis financiero y económico, pero también hay ingenieros desarrolladores de proyecto y, en particular, se destacan los creadores de software y aplicaciones.

- El offshore outsourcing se ha convertido en India en una locomotora del sector de servicios. Según la consultora Bain, en 2006 este mercado crecerá en conjunto (considerando todas las especialidades) 57% en ese país. La tendencia se viene sosteniendo desde hace cinco años. La subcontratación tecnológica, en particular, tuvo en 2004 un crecimiento de 54%, según la Asociación Nacional de Productores de Software de la India (Nasscom por sus siglas en inglés), luego de que en 2003 ya había crecido otro 59%. Las empresas del sector están facturando actualmente unos $3,600 millones de dólares anuales; y aunque India tiene apenas 2% del mercado global del software, ya hizo de esta industria –gracias al offshore outsourcing– una de las mejores fuentes de empleo e inversión del país. “Se generan más de 650,000 empleos anuales en la industria”, afirma Karnik Kiran, presidente de Nasscom.

- ¿Se podrá replicar esta receta en México?

- Tan cerca y tan lejos
Empresas como American Express, HSBC, GE Capital o Citigroup, por sólo mencionar algunos casos, ya tienen algún tipo de servicio contratado con empresas de outsourcing de India.

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- Renato Blanco, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, ITESM, afirma que para 2015 más de tres millones de puestos de trabajo de empresas estadounidenses se habrán trasladado al extranjero como consecuencia de esta creciente tendencia de las compañías a “buscar países con ‘cerebro de obra’ más barato”. ¿Podría México aprovechar la derrama de este proceso? La consultora AT Kearney, así como recomienda a India, Filipinas, Rusia, China, Canadá e Irlanda como los países más atractivos para la subcontratación de servicios, también incluye en la lista a México. La oportunidad está. Es cuestión de conocer a los competidores, sus sistemas de ventajas competitivas y cómo enfrentarlas.

- “Empresas estadounidenses ahorran alrededor de 35% al optar por la subcontratación dentro de su país, pero el ahorro puede llegar a 65% al cambiar sus proveedores de servicios a empresas en la India”, indica Shaumash Das, editor de BPOrbit, una revista especializada en el sector. “Sueldos más bajos, inversión de bienes raíces y costo de vida menores… y, luego, cuando descubren que la calidad de los operadores indios es alta, el ahorro sigue creciendo”, explica Das.

- Mientras en EU un desarrollador de software, por ejemplo, cobra hasta $60 dólares la hora, en India el mismo servicio cuesta $22.5 dólares la hora. Si a eso se agrega el hecho de que el costo de una llamada de larga distancia desde EU a India ha caído en más de 80% desde principios de 2001, según reporta The Economist Intelligence Unit, para las empresas estadounidenses la opción es muy clara. Y para México, es una realidad que le obliga a ser creativo si quiere defender su parte de mercado. ¿Cuál es su mejor arma?

- Para enfrentar las ventajas competitivas (bajos salarios, básicamente) que el offshore de India propone, la industria del outsourcing mexicano está construyendo el concepto del nearshore, a partir de la ventaja comparativa que ofrece la cercanía geográfica a EU. “Estamos a un lado del mayor consumidor de software y de servicios de ti del mundo, tanto la tenemos, que ahora muchas empresas de India ya están buscando cómo venir a instalarse aquí”, asegura Mario Saldívar, director general de Getronics, una de las más grandes empresas de servicios de subcontratación de servicios tecnológico del país.

- Getronics es parte de una holding internacional que tiene como estrategia desarrollar centros de servicio a clientes, desde México para toda América. Tienen otro en Hungría para sus clientes europeos y uno más que apenas están desarrollando en India para los clientes asiáticos. Es un ejemplo de que el país tiene aún la oportunidad de acoplarse a esta nueva ola.

- “Las ventajas mexicanas son muy grandes –asegura Saldívar– tenemos el mismo huso horario, se llega con vuelos muy cortos, esto muy importante para el cliente estadounidense al que le gusta supervisar personalmente sus proyectos, ver a su equipo trabajando y poder monitorear constantemente la línea de producción”.

- Sin duda, el nearshore es la idea motora que está alentando a las empresas mexicanas a defender la parte del negocio que les corresponde y ellas la utilizan como valor diferencial de mercadeo. “Nuestra oferta era vender una propuesta diferenciada, mantuvimos lo de shore, pero incluimos near, un concepto que nosotros inventamos, y que ahora es parte del lenguaje de la industria. Tienes las ventajas del offshore, pero estamos aquí muy cerca”, afirma Blanca Treviño, presidente del Consejo para el Desarrollo de la Industria del Software en Nuevo León, pero mejor conocida por ser la directora general de Sofftek, una de las empresas mexicanas más grande de desarrollo de software.

- “India tiene sus desventajas”, asegura. “Ellos te dirán: ‘yo trabajo mientras tu duermes’, y eso suena muy bonito, pero en nuestra industria necesitamos soluciones en tiempo real, y las diferencias de horario son una gran limitante”.

- Aunque está lucha apenas empezó, se está poniendo interesante. Y es que el premio en disputa es jugoso. De acuerdo con Gartner, el mercado mundial de outsourcing tendrá una tasa de crecimiento compuesto anual de 7.8% para 2007, considerando un aumento que va de los $161,900 millones de dólares registrados en 2002 a los $235,600 millones de dólares que presentará para entonces. Teniendo en cuenta que en India el negocio viene creciendo a tasas anuales superiores a 50% desde hace un lustro, ¿alcanzará México a competir sólo con la cercanía?

- Capital humano
La calidad del talento que ofrece hoy India para desarrollar outsourcing es un factor especialmente reconocido por las empresas, al margen del costo salarial. Cifras de la embajada de India en México aseguran que hay un millón de graduados universitarios cada año, de los cuales la tercera parte son ingenieros. Un riguroso sistema educativo empuja a los jóvenes a competir fuertemente para ganar una posición laboral, oportunidad que hasta hace poco no existía en la economía cerrada de India. Cada año, por ejemplo, unos 300,000 aspirantes buscan entrar al Indian Institute of Technology, la máxima casa de estudios de ingeniería del país, y tras un examen de admisión sólo 2,000 son seleccionados.

- Una vez en el mercado laboral, el network de los ejecutivos de India también se pone en acción para contribuir a la promoción de su nación. Sobre todo en la última década, ingenieros de la India han ido colocándose en posiciones estratégicas de las corporaciones de software e industrias de servicios computacionales más importantes del mundo. Estos ejecutivos buscan la forma de promover a compañías de su país para ganar mercados extranjeros, hacer sus propios negocios o simplemente, porque están más contentos trabajando con gente que ellos entienden mejor qué a profesionistas de otros países.

- “A diferencia de otros lugares, nuestro país ofrece una gigantesca oferta de mano de obra cualificada, no sólo en Delhi y en Mumbai, sino también en Bangalore, Chennai, Pune… hay una potencialidad de expansión inimaginable”, señala Kamal Meattle, quien encabezó el año pasado la Cámara de Comercio Indo-estadounidense en Nueva Delhi.

- Meattle entró al negocio del outsourcing, pero desde los bienes raíces. “Nuestro parque tecnológico ofrece instalaciones e infraestructura para empresas que quieren venir a abrir operaciones de esta industria en India. Proporcionamos un beneficio fiscal, pues todas las exportaciones de software desde aquí están exentas de muchos impuestos”, explica Meattle. Esto es posible gracias a nuevas políticas fiscales que el Gobierno de India ha promovido para incentivar el sector. Las empresas que se dedican a desarrollar software gozan de la devolución de 4% de un impuesto que tiene una tasa de 10%, y están exentas del impuesto sobre ventas. Parques tecnológicos como el que opera Meattle están creciendo como si fueran champiñones en tierra húmeda en toda India, y esto funciona como una ventaja adicional para los inversionistas.
 
Salto cualitativo
En México necesita darse una política de Estado para enfrentar competidores maduros como a estas alturas logró ser India. De lo contrario, sus saltos serán tan pequeños que el sistema de competencia global lo minimizará como opción.

- Algunas empresas que entendieron el fenómeno han ido redefiniendo conceptos y servicios. A su vez, el Gobierno Federal y otros gobiernos estatales ya cuentan con programas de apoyo a la industria, y aunque a la zaga, también el área técnica y académica de las universidades empieza a buscar la manera de suplir una demanda en crecimiento.

- Para Mario Saldívar, la clave está en hacer una promoción nacional, de la misma manera que lo hizo en su momento Irlanda y ahora India. “Nos falta vendernos más como país”, dice. “La industria mundial sólo ha oído de las ventajas y bondades de India, pero no hemos sabido venderles a México como destino, pues tenemos todo para promocionarnos”.

- Según el ejecutivo de Getronics, los clientes valoran especialmente la calidad de servicios de los call centers tecnológicos nacionales. “El mexicano tiene la correcta actitud para solucionar los problemas”, indica. A ello, el empresario le agrega como punto a favor de México que si se considera el total engagement cost (costo total de los proyectos, que incluye parámetros como desplazamiento, inversión y riesgo), “los precios mexicanos terminan siendo mejores que los de India”.

- “Hay que considerar el proyecto como un todo, no sólo la nómina de los ingenieros programadores”, coincide Blanca Treviño. Y ello lo confirma David Capuccio, analista de Gartner. “Nuestros análisis de salarios indican que la proporción de costos de producción en outsourcing tecnológico entre Estados Unidos e India es de 7:1, mientras que de Estados Unidos a México es de 3:4. Pero los modelos que hemos ido desarrollando nos demuestran que no podemos sólo quedarnos con esta variable de salarios”, explica.

- De acuerdo con el analista, “si usamos modelos que incluyen los costos totales del proyecto descubrimos que México es una muy buena y viable opción, pues no sólo se trata de los precios de los salarios. Estamos hablando de la cultura, de la adaptación con el cliente, de qué tan lejos estás para monitorear tu proyecto, de los husos horarios y de la manera en que intercambias opiniones. Todo eso también cuesta dinero”.

- México se clasifica mejor que India en cinco de los seis parámetros geopolíticos que Gartner propone evaluar a las empresas que se preparan a invertir en una nueva economía. Incluso en el único en que está calificado de manera desfavorable, México al igual que Estados Unidos queda peor colocado que India.

- “El parámetro más importante para una organización que está planeando dar parte de sus procesos a otra empresa en outsourcing, es siempre la reducción de costos”, explica Joseph Feiman, vicepresidente en Investigación de Software en Gartner, desde Stanford. “México tiene buenas calificaciones en riesgo geopolítico, tiene una posición competitiva en costos, pero tienen con qué mejorar en disponibilidad de ingenieros, manejo del inglés y sobre todo, apoyo gubernamental”, apunta.

- Y eso precisamente es lo que mencionan los empresarios mexicanos. Tanto para Saldívar como para Treviño, la indiferencia del Estado en relación a esta industria y sus potencialidades es el mayor problema. “Creo que la gran diferencia entre India y México es el apoyo por parte del gobierno. Para la India, la industria de ti es estratégica y preparan a miles de ingenieros a los que hay que dar empleo. Aquí en México no, ni el gobierno está tan involucrado, ni tenemos la orientación académica hacia la promoción de los ingenieros”, reconoce Saldívar.

- Aunque Sofftek venía golpeando las puertas de Los Pinos desde 1997 con la intención de que el gobierno se involucrara en este fenómeno, no fue sino hasta 2000, con la llegada del foxismo, que el gobierno volteó a verlos. “Lo entendieron cuando vieron la evidencia: teníamos contratos con IBM, HP y GE, y les estábamos sirviendo ya soluciones de negocios”, dice Treviño de Vega. Esto da cuenta que el país no lleva más de cinco años apostando consistentemente al offshore outsourcing con un concepto diferencial, el nearshore.

- El programa Prosoft fue la respuesta gubernamental para apoyar a esta incipiente industria, que tiene hoy en la Secretaría de Economía una aliada con directrices claras para impulsar a las empresas a crear empleos. “Esos fondos (de Prosoft) se quedaron atorados en Conacyt por varios meses, pues ellos querían administrarlos pero no hicieron nada, sólo hasta que Economía los empezó a manejar, tuvimos el apoyo necesario”, explica Treviño. Esto sucedió el último trimestre de 2004, con lo cual no sólo podría decirse que la industria recién comenzó a gatear sino que todavía está en la cuna. Para empezar a caminar con determinación, en lugar de asumir a la India y a los demás países que están en el negocio como competidores, tal vez a México le convendría tomarlos como mercados complementarios. Sobre todo teniendo en cuenta que el outsourcing tecnológico mexicano no está orientado a los commodities sino a los specialties.

- “Nosotros en México tenemos que especializarnos en valor agregado, si me pides que haga código, allí si es más competitivo India o China, pero si se trata de un desarrollo con metodología, dar soporte y evolucionar la aplicación a distancia, allí sí tenemos grandes posibilidades”, explica Saldívar. Sin embargo, como los clientes buscan el conjunto, “podríamos aprovechar la experiencia de las empresas indias y hacer sinergia con ellas”, reconoce.

- Y aunque India esté dispuesta a quedarse con la demanda originada en Estados Unidos, Saldívar considera que no le irá de igual modo con Latinoamérica, que seguirá siendo mercado afín a los mexicanos. “Ellos (los indios) vienen con sus paquetes armados, pero aquí tenemos necesidades complejas”, dice. “Los bancos, por ejemplo, tienen necesidades de mercado para 100 distintos tipos de tarjetas. Ellos no han entendido la mentalidad del retail bancario y de las telecomunicaciones de México, que son muy distintos al estilo estadounidense e hindú. Aquí el marketing es sobre la persona, mientras que allá todo gira alrededor del producto que ofrecen”, señala.

- De todos modos, México no tiene margen para perder tiempo y creer que la posición geográfica (de cercanía a EU o al resto de Latinoamérica) le será suficiente para tener un lugar en esta industria. Como dice Capuccio, de Gartner, el concepto de nearshore no es exclusivo de México. “En realidad, nosotros consideramos a toda la región como un mercado común, pues en este caso, es relativamente lo mismo estar en México que en Brasil… más no así en India o en Filipinas”. Entonces sí, cuidado con Brasil porque puede ser el próximo dolor de cabeza para la industria mexicana del outsourcing.

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