El gobierno brasileño, encabezado por Fernando Henrique Cardoso, intenta -negociar su abultada deuda con los organismos financieros internacionales, a la -espera de que el FMI entre al rescate del país, gravemente herido por el -derrumbe de los mercados. Pero esa situación de “espera” poco ha ayudado a -tranquilizar a los inversionistas, que siguen emigrando sus capitales de la -zona. Lo único claro en ese país es la severa dificultad que tendrá Cardoso -para convencer a los electores de votar por él. Y parece difícil que, en las -condiciones actuales, el FMI se lance a un nuevo plan de rescate que, bajita la -mano, se cuantifica en unos $25,000 millones de dólares.
- En Venezuela las cosas no están mejor. Sobrepresionado por la fractura -financiera internacional y por los ridículos precios del petróleo, el gobierno -venezolano anunció recientemente su cuarto recorte presupuestal (¿de dónde -habrá sacado la idea?), el cual será superior a $1,370 millones de dólares y -afectará sobre todo a la construcción de infraestructura y obras públicas, -entre otros rubros.
- Ah, pero qué triste es la vida.
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