Porque si es usted distinguido debe serlo hasta el final, la cadena Cinépolis abrió a principios de diciembre pasado un cine VIP en el Centro Comercial Interlomas: cuatro salas con postín. No es necesario el esmoquin, pero a nadie le sorprenderá que en lugar de los tradicionales jeans vista usted un elegante prêt à porter . El escenario lo vale.
- De dos en dos y protegidos por mesitas a los costados, unos cómodos sillones reclinables de piel, dignos del avión presidencial, le invitarán a disfrutar de la más exquisita sesión de cine a la que usted haya jamás asistido. El riesgo, claro, es que después del estrés acumulado en los últimos días y ante tan amigable asiento, se le antoje mejor recuperar el sueño perdido. Pero se trata sólo de un riesgo a medias, porque antes de que el filme empiece, un grupo de afables meseros le ofrecerá un buen argumento para mantenerse despierto (si es que la película no es suficiente). El cine VIP cuenta con servicio de bar y, además de las tradicionales botanas, ofrece –para matar el hambre– una gran variedad de sushi y una buena selección de crepas dulces o saladas que le llevan hasta su sitio.
- Para quien piense que no todos vemos la pantalla con los mismos ojos ni desde la misma condición, aquí un ejemplo de lo que puede costarle ser very important , durante una tarde de cine.
- Pero si quiere comodidad por menos dinero, puede ahorrar en la comida, porque hay un combo de nachos ($40 pesos), que incluye una vasta porción y dos refrescos, y uno de hot dog, en el que por $36 ofrecen dos hot dogs y sólo un refresco para compartir. La otra opción, más ahorrativa, es pedir goodies a domicilio, rentar una buena película y echarse a verla en su sillón.