Desde que la Asociación de Banqueros de México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunciaron con altavoces la creación de una nueva unidad de cuenta, que en 1995 podría convertirse en la solución para los problemas de endeudamiento y de inversión, el concepto Unidades de Inversión (UDIs) ha cundido como un virus en los mercados financieros a partir de abril y los medios de información, electrónicos y escritos, manejan de manera frecuente y constante esta idea.
- Ventajas para todos. Son diversas las ventajas que las UDIs representan en términos financieros. Para los deudores, ofrecen una reducción de los elevadísimos pagos mensuales que provocó el repunte desmedido de las tasas de interés durante marzo. Para los ahorradores, ofrecen rendimientos en términos reales, lo que garantiza que obtendrán ganancias seguras sin importar qué tan alta sea la inflación del año. Y a las micro y pequeñas empresas (que padecen problemas de liquidez, pero cuentan con viabilidad financiera) les permitirán reestructurar durante el presente año unos 300,000 créditos inferiores a los N$400,000 nuevos pesos cada uno.
- Las UDIs también serán el salvavidas de créditos contratados en el extranjero, que suman unos $5,900 millones de Mares; otorgarán facilidades para la reestructuración de deudas estatales y municipales por más de N$15,000 millones de nuevos pesos; y a los tenedores de créditos hipotecarios les permitirán renegociar contratos por un total que rebasa los N$32,000 millones de nuevos pesos.
- En materia de ahorro, las UDIs serán una referencia financiera que siempre tendrá un equivalente en nuevos pesos. Su principal atractivo será el que puedan defender a los ahorros de los estragos de la inflación y de la pérdida de poder adquisitivo.
- De acuerdo con cifras de la SHCP, en el bloque de las naciones en desarrollo en 1995 México se mantiene como uno de los países con menor coeficiente de ahorro interno; ello no se debe a la crisis económica por la que atraviesa, sino a un elemento estructural: la existencia de una anticultura del ahorro.
- Se estima que sólo 10% del Producto Interno Bruto (PIB) se destina a la inversión, lo cual contrasta ante niveles de 15 o 20% que registran las naciones industrializadas.
- ¿Cómo funcionan? En la práctica, si el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) repunta, por ejemplo, 50% durante 1995, y los bancos ofrecen un rendimiento real de 10 puntos porcentuales, la tasa que ofrecerán las inversiones en UDIs deberá ser del orden de 60%. Sin embargo, si la inflación fuera de 65%, la institución deberá ofrecer una tasa del 75% para cumplir con el "premio" de 10 puntos reales ofrecido.
- Otra característica es que el valor de las UDIs se ajustará diariamente. El pasado 1º de abril su valor fue de un nuevo peso, y desde entonces se ha ido ajustando cotidianamente en función de la evolución de los precios.
- El Diario Oficial de la Federación deberá publicar dos veces al mes (los días 10 y el 24, para ser exactos) el valor que registrarán las UDIs para los próximos 15 días. Dicho valor será calculado en función del comportamiento de precios en la quincena previa.
- En lo que toca al ahorro, hasta el 10 de abril pasado la banca no había fijado los montos mínimos para acceder a UDIs. Sin embargo, se habían definido los plazos: las inversiones en UDIs deberán contratarse a un plazo mínimo de 90 días. Por su parte, la Comisión de Programación y Presupuesto de la Cámara de Diputados había solicitado a la banca comercial que se recibieran ahorros por montos pequeños (esto es, de N$200 nuevos pesos en adelante) si bien la banca no había resuelto nada al respecto.
- Finalmente, aquellos deudores que deseen adherirse al nuevo instrumento, deberán presentar una solicitud formal al banco acreedor y, muy importante, pedir una explicación detallada de los nuevos términos en los que habrá de desarrollarse su crédito una vez que se reconvierta en UDIs.