Parece que fue ayer, pero ya han pasado tres años desde que irrumpió en Chiapas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Han sido tres años de estira y afloja entre autoridades, mediadores y zapatistas; tres años de conversaciones suspendidas y reiniciadas; tres años de incertidumbre.
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Chiapas no debería ser pobre. Lo sabemos todos los mexicanos, conscientes de su reiterado potencial, pero también de su injusto intercambio con la federación. La entidad proporciona al país energía eléctrica, petróleo y gas, pero arrastra, por ejemplo, uno de los niveles de infraestructura de comunicaciones más bajos de México. Ya en 1990 el INEGI ubicaba al estado como el de mayor índice de marginación en toda la república. Y fue muy poco lo que se hizo al respecto.
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Ciertamente, a raíz del levantamiento de enero de 1994 el gobierno federal ha aumentado en más de 500% el presupuesto destinado a Chiapas. La inestabilidad, empero, no ha bajado las armas. Ingenuo sería pensar que el aumento en la dotación de recursos erradicará problemas estructurales.
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No habrá bienestar en la entidad sin acuerdos fundamentales entre todos los chiapanecos. No todo es un pasamontañas. Hoy por hoy, el gran reto sigue siendo la creación en la entidad de un nuevo esquema de negocios que fomente la comunicación entre los diferentes sectores sociales y aminore el escepticismo mutuo que aún impera.
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Es hora de propuestas, y según el obispo Samuel Ruiz, voz controvertida en el escenario chiapaneco, “los economistas tendrán que inventar un desarrollo alternativo para las poblaciones indígenas”.
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Mucho tendrán que hacer, por su parte, los empresarios locales, que sin duda tienen un ejemplo a seguir en Agroindustrias Moderna, una empresa que nació en 1992 y hoy colabora con 200 chiapanecos, bajo el esquema de asociación, en más de 4,500 hectáreas. El ejidatario pone tierra y trabajo; la compañía, recursos financieros, tecnología y canales de comercialización.
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Chiapas no debería ser pobre, pero hace falta trabajar más, y hacerlo en equipo.
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UN RECONOCIMIENTO AL PERIODISMO DE EXPANSIÓN
-Todos los que hacemos esta revista nos congratulamos del otorgamiento a Antonio Puertas, subeditor de EXPANSIÓN, de la Beca de Economía Citibank, que la institución financiera concede por tercera ocasión en nuestro país para premiar el trabajo periodístico especializado en Economía y Finanzas. Como parte de esta beca, Puertas participará en un seminario de actualización organizado por la Facultad de Estudios Comparativos de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
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MÁS PLUMAS PARA ANALIZAR LA ECONOMÍA
-A partir de esta edición, Roberto Salinas León se incorpora al staff de articulistas de Controversia. Doctor en Filosofía y Teoría Política por la Universidad de Purdue, Salinas es director ejecutivo del Centro de Investigaciones Sobre la Libre Empresa (CISLE) y comentarista de temas económicos en -The Wall Street Journal, The Dallas Morning News, Investor’s Daily, El Economista y TV Azteca. En su primera entrega para EXPANSIÓN, Salinas aborda el tema de la política cambiaria junto con el doctor Arturo Huerta, recién desempacado de una estancia de investigación en la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.