Con las estructuras del peronismo en medio de una profunda crisis de identidad, el choque que mantienen sus dos cabezas, Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde, (presidente y ex presidente de Argentina respectivamente), se ha convertido en un enfrentamiento abierto por el control del Estado.
- Según los analistas, mientras Argentina se juega la consolidación de un crecimiento que este año podría llegar a 6%, desde la provincia de Buenos Aires se le advierte al Estado que no toque un solo centavo de los fondos que le corresponden, lo cual se contradice con los planes de austeridad del gasto público propuestos por Néstor Kirchner.
- En este debate se dirime parte del futuro del país ya que en esa misma provincia es donde opera el sector más mafioso del peronismo, controlado por el Eduardo Duhalde quien ejerció la presidencia interina de Argentina tras la grave crisis institucional de finales de 2001. Duhalde hizo caer a Fernando De la Rua y podría hacerle la vida imposible a Kirchner. Las críticas que ha recibido el Presidente en su primer año de gobierno provienen desde su partido, de la supuesta “izquierda piquetera”, hasta la derecha más reaccionaria (militares retirados ligados a Carlos Menem). Sin embargo, estos golpes revelan que el Presidente ha declarado la guerra a la corporación política y militar que llevó al país a la ruina a lo largo de los últimos 20 años.