(EMI Classics)
La musicalización de varios filmes de Peter Greenaway y de El piano, de Jane Campion, le han dado a Michael Nyman merecida fama y éxito comercial. Y eso no se lo perdona el establishment de la música “culta”. En estos tres conciertos (para saxofón, cello y orquesta; para clavicordio y cuerdas; y para trombón y orquesta), el británico ejemplifica el lenguaje “parasitario” que tanto le critican los puristas; a veces suena al Glass más minimalista y a veces a Schumann, a Mozart o a Purcell, de quien de hecho retoma fragmentos para su concierto para trombón. Crítico musical y estudioso del folclor, Nyman también abreva en el tango para darle espíritu a su concierto para clavicordio, que la tecladista Elisabeth Chojnacka ejecuta con maestría.
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