No. No se le puede aumentar el dinero de la federación a Nuevo León, porque para eso habría que “descobijar” a otros estados. Fue la respuesta del Presidente Zedillo a las peticiones del gobernador Fernando Canales Clariond, de que se revise la forma en que los estados colaboran con la federación y lo que ésta les regresa.
-
A pesar de la tradicional cortesía mexicana, Canales insistió en que no está de acuerdo con el Presidente. Según narra Fernando Elizondo, tesorero de Nuevo León, cuando se firmó el convenio de coordinación fiscal en 1980, se acordó que cada estado recibiría en forma proporcional a su aportación a los recursos federales. Pero en 1990 el convenio se cambió “sin el suficiente consenso y sin que se ventilara debidamente cuál iba a ser el efecto”.
-
Elizondo calcula que de haber continuado el antiguo convenio, Nuevo León recibiría entre $1,600 y $2,000 millones de pesos más al año. Se sumarían a los $5,900 millones que ahora recibe. Y no es que el estado quiera todo su dinero. Según los cálculos de Elizondo, Nuevo León aporta a la federación cerca de $40,000 millones anuales.
-
El tesorero dice que de no modificarse, el estado podría salir del convenio de coordinación fiscal. Algo que la Secretaría de Hacienda considera imposible. “Que consulten la ley”, responde, “cualquier estado puede dar por terminada su participación”.
-
Los funcionarios de Nuevo León se apresuran a aclarar que no han fijado una fecha límite: “no queremos ponernos una camisa de fuerza” y que tampoco tratarán de crear un club de gobernadores inconformes. ¿No es un mal momento para negociar, con el fin de sexenio tan cercano? “Y después viene el principio del sexenio, Nuevo León no puede estar esperando”, afirma Elizondo.
-
En todo caso, el gobierno de Nuevo León dice que quien tendría que apretarse el cinturón con los cambios que propone no sería un estado pobre –para el que se incluirían compensaciones–, sino la federación, a la que el secretario de gobierno calificó de “señora gorda”.