“Inevitable”, ésa fue la palabra con la que Stephen Green, director -general de HSBC, calificó hace unas semanas el advenimiento de un ajuste en la -economía de Estados Unidos a causa del auge de China e India. Días antes, -Alexei Calvo, director de Investigaciones en Bonos de Mercados Emergentes de -Franklin Templeton, subrayó que su mayor preocupación respecto de la -evolución de la economía mexicana era el déficit en la cuenta corriente de EU -con el resto del mundo.
- Ambos apuntan en una misma dirección: si EU desacelera su crecimiento, -México correrá la misma suerte. La creciente integración de ambas economías -se demostró en 2002 y 2003 cuando la recesión de EU tuvo un impacto directo en -los bolsillos mexicanos.
- Para México, explican, el impacto es doble. Por una parte habría una baja -en las exportaciones, por el otro, las inversiones de EU en México bajarían.
- Hoy el déficit de cuenta corriente de EU es cercano a 6%. Según Clemente -Ruiz, director de estudios económicos de la UNAM, un ajuste de esa economía -depende de dos factores: la conversión de reservas monetarias de otras naciones -a euros y el precio de petróleo.
- “El cambio de reservas es un proceso gradual de largo plazo, los países no -especulan con sus reservas”, dice Ruiz. “Pero los precios de petróleo -dependen mucho del clima durante el invierno. Entonces es muy difícil hacer -pronósticos al respecto, uno tiene que trabajar con varios escenarios. Un -invierno benigno sería mejor para EU y México”.
- Ruiz y Green están de acuerdo en que un ajuste probablemente sería gradual -y extendido durante varios años. “El primer síntoma de un aterrizaje suave -de la economía estadounidense es una baja en las importaciones de México”, -comenta Ruiz. Además, un ajuste de la economía estadounidense tendrá -consecuencias profundas en 2006 para la mexicana.