Es una empresa de trabajo duro. No es de construcción, carga o excavación -de minas. Distribuye cartón corrugado y cajas de empaque. Este año decidió -vender mobiliario para oficinas y a partir de entonces forja una sinuosa -aventura: 80% de su personal lo componen hombres y mujeres discapacitados.
- Un crujir de papeles y murmullos sale de las oficinas de la compañía -Trabajando Duro, donde 12 personas realizan llamadas telefónicas. Es cualquier -día de trabajo de ventas. Algunos carecen de brazos, hay alguien sin piernas, -otros tienen el cuerpo paralizado. En el espacio hay rampas y barandales. “La -inversión para adecuar la oficina fue de $20,000 pesos, un porcentaje mínimo -respecto a la erogación para montar la empresa”, explica César Noriega, -director ejecutivo del consorcio.
- Hace años, cuando Noriega empezaba a caminar, la poliomelitis le disminuyó -la fuerza de la pierna derecha. Supo en carne propia que los discapacitados se -enfrentan a situaciones desventajosas en México. “Los minusválidos componen -un tipo de personal cautivo que fue relegado muchas veces. Entonces, defienden -el empleo de una manera impresionante”, expresa.
- “(Noriega) se propone una batalla dura”, opina Beatriz Borges, -coordinadora de un programa que integra laboralmente a personas con -discapacidad. Aunque existe desde hace 17 años la mayoría de las empresas -mexicanas lo desconoce.
- En algunas ciudades del país existe como beneficio el descuento de 75% sobre -el Impuesto Sobre la Renta si los empresarios cuentan con un empleado -discapacitado. Borges Arrieta expone que ello ha dado lugar a que algunas -empresas contraten este tipo de personal solamente en época de declaraciones -fiscales porque, según ella, pocas firmas resisten el trabajo continuo con -personal minusválido.