Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

El costo de la devaluación

-
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Si todavía hay alguien que piense que la economía es una ciencia exacta, no tiene más que ver el actual desastre para entender que eso es una vana ilusión.

-

La economía mexicana ha sufrido un desplome mayúsculo en los últimos meses, el cual es difícil explicar en términos simplemente técnicos.

-

En un principio se dijo que factores políticos, y específicamente las amenazas de violencia en Chiapas, habían generado la devaluación. Más tarde se recurrió a la idea de que ésta era resultado de un elevado déficit de cuenta corriente. Ninguna explicación, sin embargo, lograba reflejar la magnitud de desastre y su dramático contraste con las variables económicas razonablemente sanas que el país registraba antes de desplome. Evidentemente no se puede pensar que sólo el subcomandante Marcos tumbó al peso y al mercado financiero mexicano. Pero tampoco se puede pretender que sus amenazas no tuvieron ninguna influencia en lo acontecido.

Publicidad

-

El deterioro de las reservas internacionales se inició en febrero de 1994. A lo largo de año cada descenso, acompañado de caídas en la bolsa, tuvo lugar después de algún suceso negativo político o de violencia: los devaneos políticos de Manuel Camacho, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, los secuestros, la incertidumbre electoral, el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, las acusaciones políticas de Mario Ruiz Massieu, la designación de un gabinete controvertido y, claro que sí, el rompimiento de cese al fuego en Chiapas por el subcomandante Marcos.

-

¿Puede argumentarse que la causa real de la devaluación fue el déficit de cuenta corriente? Solamente a medias. Si no hubiera existido un déficit de esta naturaleza, el país no habría requerido capitales de exterior y, por lo tanto, no habría sido afectado por los temores de los inversionistas. Pero sin un déficit de cuenta corriente, el país no habría crecido ni siquiera ese escaso 2.9% que se obtuvo en promedio entre 1988 y 1994, y las consecuencias habrían sido quizá peores para el país.

-

Pese a que hoy se pretende que el déficit de cuenta corriente es un detonador automático de la devaluación, la verdad es que en México devaluamos en junio de 1986, después de tres años de superávit en esta cuenta, y en 1987, cuando registramos un excedente de más de $4,000 millones de dólares.

-

No parece haber, pues, una relación directa entre un déficit de cuenta corriente y una devaluación. Pero esa relación sí existe con la falta de confianza. Todas las devaluaciones en México han sucedido cuando los inversionistas nacionales y extranjeros han perdido la confianza en el futuro de la economía. En otro país, con otra historia, la devaluación pudo haberse convertido en un ajuste relativamente indoloro. Apenas en 1992 varios países de Europa occidental devaluaron sus monedas ante el dólar y el marco, pero el proceso no resultó traumático; les sirvió para bajar tasas de interés, fortalecer los mercados bursátiles y fomentar las exportaciones.

-

En un país como México, sin embargo, el resultado de una devaluación es exactamente el contrario. Debido a la estrecha conexión, tanto económica como psicológica, del dólar con el peso, la devaluación genera una reacción "perversa", ya que sube los intereses y golpea a la bolsa. Su efecto positivo sobre las exportaciones es sólo temporal, ya que la inflación que genera pronto resta competitividad a toda la economía.

-

Esta devaluación se interpretó como una abierta traición. De ahí que la reacción de los mercados fuese tan dramática, y de que haya hecho caso omiso de indicadores económicos tan elementales como el desempeño de las exportaciones (aún antes de la devaluación) o la ausencia de un déficit de gasto público en el país.

-

La economía no es una ciencia exacta: refleja los temores y los entusiasmos de los seres humanos. Si alguna lección podemos derivar de lo acontecido es que México, al contrario que otros países, no puede usar las devaluaciones como un simple instrumento de ajuste económico. El costo financiero y humano de hacerlo es simplemente inaceptable.

-

El autor es director editorial deEncyclopedia Britannnica Publishers, Inc. y comentarista de Televisión Azteca.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad