Si el lector es uno de los afortunados mortales que conserva su puesto de trabajo después de recortes, fusiones, adquisiciones, cambios de estrategia y demás trancazos de nuestra economía, felicítese porque, además, a lo largo del año su salario ha crecido más que la inflación. Lo anterior se basa en un estudio en el que Intergamma –despacho especializado en remuneraciones– analiza, mes tras mes, el comportamiento del mercado de sueldos en contraste con aquél indicador, tomando por base el año 1994. Como se puede ver en la tabla que aparece a continuación, a diferencia de obreros y empleados, los ejecutivos presentan un poder de compra superior al que tenían hace siete años.
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