El <i>duty free</i> de Benedicto XVI
Más allá de hacer cola para ver por última vez al Papa Juan Pablo II, o -para ver asumir a Benedicto XVI, muchos romanos hacen cola diariamente para ir -de compras al Vaticano. Desde 1870 esta ciudad-Estado de 43 hectáreas es un -sitio libre de impuestos.
- En el Vaticano, publica un informe del Wall Street Journal, todos los -productos cuestan 30% menos que en el resto de Roma. Estos beneficios -arancelarios los comenzó a rentabilizar hace un par de años el cardenal -estadounidense Edmund Szoka, presidente de la Gobernación de la Ciudad del -Vaticano (el intendente). Al hacerse cargo de este estado, Szoka se encontró -con ingresos pobres, gastos elevados y un beneficio que el Vaticano no había -explotado.
- Lo primero que hizo fue trasladar la tienda departamental de souvenirs -de El Vaticano, de un oscuro sótano a una ex estación de trenes detrás de la -Basílica de San Pedro. A la oferta de rosarios, estampitas y escapularios se -sumó la entrada de perfumes importados, relojes (desde Rolex a Longines), -televisores de pantalla plana, gadgets tecnológicos y hasta altas parvas de -cartones de cigarrillos. Ni más ni menos que un duty free. No son pocos -los romanos que acuden a diario a comprar cigarrillos, whisky, chamarras de -cuero y objetos de lujo, que luego revenderán en sus locales en la capital -italiana.
- Otro de los lugares con gran afluencia es la gasolinería. Ubicada a unos 50 -metros de la Basílica, cada día tiene una larga fila de ‘penitentes’ que -llegan sólo para llenar el tanque del auto con gasolina, cuyo precio es 30% -menor al promedio. Algo similar ocurre con el supermercado del Vaticano. Hoy, -las ventas minoristas aportan 53% de los ingresos frescos del Vaticano, mientras -que los ingresos por entradas a los museos y venta de recuerdos sólo recauda -19%.