El último golpe
Según la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), el Mundial de 1986 en México fue la última justa en que permitió la presencia de publicidad de cigarros en sus torneos. “En 1982, una compañía tabacalera fue de las principales patrocinadoras del torneo de España, y tenía un contrato para hacer lo mismo en 1986”, recuerda Keith Cooper, director de comunicaciones del máximo organismo de balompié en el mundo. “Las leyes mexicanas fueron ajustadas para acomodar a la empresa y, aunque FIFA no se sintió cómoda con la situación, no hizo nada para parar el patrocinio”, explica.
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Pero los tiempos cambian. Antes del Mundial en Corea y Japón, la institución internacional firmó un documento con la Organización Mundial de la Salud (OMS) reafirmando su posición antitabaco. Fue parte de una campaña para tratar de frenar el consumo del tóxico, se llamó Tobacco Free Initiative (TFI) e inició en julio de 1998.
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De acuerdo con la OMS, fumar mata a cuatro millones de personas al año, número que podría aumentar a 10 millones anuales para 2030, según cálculos del organismo.
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Las instituciones deportivas que apoyan el TFI incluyen al Comité Olímpico Internacional (desde 1988) y a la Federación Internacional de Voleibol.
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En México, un vocero de Philip Morris –dueña de Marlboro, entre otras marcas– dice que la firma ya no patrocina ningún deporte en el país, en tanto Francisco Espinosa, director de Asuntos Corporativos de la compañía, señala que la organización introducirá más medidas para restringir su publicidad, ahora en medios impresos y espectaculares.
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“Queremos ser el corporativo de más éxito, pero también el más respetado y responsable. Para ser así hay que tomar esta clase de iniciativa.” Esto lo confirma Miguel Vega, director de prensa de la agrupación Fomento Automovilístico Deportivo: “Todas las casas tabacaleras abandonaron las carreras automovilísticas en México hace varios años –dice el ejecutivo–. Fueron muy fuertes, patrocinaron la cobertura del deporte en televisión, radio y prensa.”
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Por lo pronto, los anuncios de cigarros en cines serán únicamente en películas con clasificación C o D. En tanto, los espectaculares pasarán de 140 metros cuadrados a 35. Industriales del tabaco proponen dejar de anunciarse en los medios masivos y reservar su publicidad para revistas de adultos. Al parecer los medios no están muy preocupados por la situación, o por lo menos eso tratan de aparentar, pese a la importancia de estos anunciantes.