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El&#34Gordo&#34 y los&#34muchachos&#34

Sin sorna, el&#34Gordo&#34 pregunta de qué se pueden arrepentir estos paristas, si el futuro les pi
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Sin ironía, el presidente Ernesto Zedillo les dice “muchachos” a los paristas de la UNAM, quienes seguramente cuando se publiquen estas líneas seguirán siendo paristas del CGH en perpetuo diálogo-reclamo-monólogo con el encargado de complacerlos, perdón con el nuevo rector Juan Ramón de la Fuente.

- Sin enojo, el “Gordo” Basurto les llama “moshashos”, en alusión obvia al ícono de los paristas, el chamaco “Mosh”.

- Sin gracia, el presidente Ernesto Zedillo dice que en el futuro estos muchachos se arrepentirán de sus acciones. Suena, con todo respeto, como la tía bondadosa pero despistada (fuera del mundo), que cría canarios en el patio de su casa y les advierte a un grupo de vándalos que perturban su tranquilidad: “Se van a arrepentir, en esta vida todo se paga”.

- Sin paciencia, Clotilde le dice al “Gordo” que cambie de tema o de canal, que lo de la UNAM le da una inmensa flojera.

- Sin prisa, el “Gordo” le responde que tras esa apariencia de flojera inmensa, cree descubrir una profunda tristeza por el desastroso destino que ha tenido la UNAM.

- Sin rubor, Clotilde admite que sí, que el tema de la UNAM la pone triste, pero también furiosa. No puede entender, dice, tanta ceguera, tanta pusilanimidad, tanta irresponsabilidad por parte del gobierno que encabeza el presidente Ernesto Zedillo.

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- Sin contradicción, el “Gordo” señala que también habría que anotarle el saldo de la UNAM a los otrora muchachos que hoy militan en el PRD y son orgullosos funcionarios públicos del gobierno capitalino.

- Sin empacho, la jefa de gobierno en el Distrito Federal, Rosario Robles, y el presidente Ernesto Zedillo conviven en un vagón de la recién estrenada línea del Metro de la Ciudad de México.

- Sin sorna, el “Gordo” pregunta de qué se pueden arrepentir estos muchachos paristas, si el futuro les pinta luminoso como un flamante vagón de Metro con puestos de gobierno y prerrogativas políticas. ¿Se arrepentirá el “Mosh” de forjar su futuro como delegado político en Iztapalapa?, ¿lamentará el parista de hoy estar construyendo su carrera política de mañana?

- Sin alegría, Clotilde comenta las duras palabras que un universitario respetable, como Germán Dehesa, le recetó al presidente Ernesto Zedillo y al rector de la Fuente por su complacencia con los paristas y su desprecio al resto de la comunidad universitaria (cuyo destino tal vez sea convertirse en diáspora o en parias itinerantes).

- Sin ira, el “Gordo” recuerda: el orejón Dehesa dice al final de su artículo del lunes 20 de diciembre de 1999, que le informaron que el presidente Ernesto Zedillo no deseaba pasar a la historia como otro Díaz Ordaz, a lo que Dehesa concluyó, con el afilado cuchillo del sarcasmo, que el presidente Ernesto Zedillo podía perder cuidado: no pasará a la historia en lo absoluto.

- Sin risa, Clotilde celebra la ocurrencia del periodista y se pregunta, nos pregunta, ¿quién gana con todo esto? Se da por descontado que ya sabemos que México pierde.

- Sin palabras, el “Gordo” contesta (creo entender) que nadie gana. Al menos no gana nadie que pueda presumir sin vergüenza su victoria.

- Recapitulación: El “Gordo” les dice “moshashos”. Clotilde dice que el asunto le da una inmensa flojera. Todos, el Presidente incluido, parecen lamentarlo.

- Pase automático en pleno. Pase automático de kinder a posgrado y de ahí, en automático desde luego, a las esferas del poder establecido.

- Qué mal cuento, ¿quieres que te lo cuente otra vez? 

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