A mediados del año pasado, la producción de aparatos eléctricos de uso doméstico fue una de las actividades favorecidas por la devaluación de la moneda: en plena recesión económica aumentó su demanda y exportó.
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A principios de 1995, las tiendas departamentales tuvieron que modificar sus inventarios por el encarecimiento de los bienes importados. La ausencia de esos productos echó a andar un proceso de sustitución de importaciones. Además, se registró un aumento coyuntural de la demanda en el primer trimestre porque hubo compras anticipadas de artículos duraderos ante el inminente aumento al IVA. Con ello, la mayoría de los enseres mayores registraron niveles de producción récord, específicamente en los rubros de refrigeradores, congeladores y ventiladores.
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Con los incrementos en la producción, todo parecía indicar que la industria de electrodomésticos se recuperaría en plena recesión económica. No obstante, la producción acumulada al mes de noviembre indica que esta rama industrial fue otra víctima de la crisis. Según cifras de la Encuesta Industrial Mensual del INEGI, la producción total de electrodomésticos aumentó sólo 0.6% en el periodo enero-noviembre del año pasado. Aunque el resultado no es nada despreciable si se compara con el mismo lapso de 1994 (con una caída de 9%), se trata de un incremento minúsculo si se contrasta con el 13.6% obtenido por la industria en los primeros siete meses de 1995.
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Vale aclarar que el aumento de la producción total estuvo sustentado por el aumento de 3% en la producción de enseres menores, al sumar 2.9 millones de unidades. En específico, el alza se logró porque entre los tres rubros que lo componen, sólo el de planchas creció 20%.
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En cambio, la producción de enseres mayores —que alcanzó 1.6 millones de unidades— fue inferior en 3% a la observada en el mismo lapso de 1994. Por rubros, sólo registraron buenos resultados los refrigeradores de más de 11 pies (7%) y los ventiladores (3%).
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A pesar de que diciembre se caracteriza por tener una demanda estacional alta, es poco probable que ésta haya modificado sensiblemente esos resultados. Incluso, se estima que al final de 1995 la producción total de enseres domésticos registró una ligera caída.
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Para las industrias dedicadas a esta actividad, 1996 será un año difícil. Su recuperación dependerá en gran medida de su capacidad para incorporarse a las exportaciones, ya que no es previsible en el corto plazo la reactivación del mercado interno.
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Vale resaltar que las exportaciones de refrigeradores y sus partes tuvieron una buena evolución durante el año pasado. Según cifras del Banco de México, en 1995 el valor de las exportaciones de refrigeradores y sus partes ascendieron a $205.3 millones de dólares, 63% más que en el mismo lapso de 1994. En enero de este año se continúa con la misma tendencia: el valor de las exportaciones de los refrigeradores y sus partes sumó $17.9 millones de dólares, lo que representó un aumento de 80% con respecto al mismo mes de 1995.
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Por último, es importante mencionar las acciones que está instrumentando Elektra para amortizar su caída. Esta empresa, dedicada a la venta minorista de aparatos electrónicos, electrodomésticos y muebles, está empezando a diversificar sus servicios. Por la baja demanda y altos costos financieros se asoció con Western Union, operación que le permitirá liquidar sus pasivos y especializarse en la transmisión de dinero. Durante 10 años tendrá la exclusividad de la transmisión de dinero desde Estados Unidos a más de sus 400 sucursales distribuidas en toda la república y aunque no se beneficiará de las ganancias en los primeros cuatro años, se estima que con este nuevo servicio las sucursales tendrán una mayor afluencia de clientes.