Quizá porque la sobrepoblación siempre había preocupado más, pero México no contaba –ni falta que le hacía– con un banco de semen. Ahora que la esterilidad en ambos sexos se está convirtiendo en un motivo de inquietud que va en aumento, se acaba de inaugurar de manera oficial el primero de estos centros en el país, a iniciativa del Instituto Valenciano de Infertilidad.
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Tanto los donantes altruistas –aquellos que deseen dar sus espermatozoides a parejas con problemas de fertilidad– como los que quieren preservar una muestra de su semen para el futuro, son bienvenidos.
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Los servicios del banco consisten en un análisis de semen y en inseminación artificial mediante una cánula que deposita esperma óptimo, previamente seleccionado, a través de un procedimiento indoloro.
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El perfil de los donantes que hasta ahora se han reclutado corresponde a universitarios españoles de entre 18 y 25 años, a quienes se les realizó una exhaustiva exploración médica y genética, pero pronto habrá enérgicos elementos nacionales.
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La muestra cuesta $6,000 pesos; la institución se encuentra en Bosques de Ciruelos 168, planta baja. Colonia Bosques de las Lomas, México, DF.
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El óvulo las hace hablar
Cuando las mujeres están en el punto más fértil de su ciclo, sus opiniones sobre el aspecto de otras personas de su mismo género se vuelven más negativas, según indica una insólita investigación realizada por Maryanne Fisher en la Universidad de York (Toronto).
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La prueba consistió en mostrar a más de 200 personas de ambos sexos rostros femeninos y masculinos para que los calificaran. Los varones dieron, en general, puntajes consistentes, mientras que las mujeres entre la segunda y la tercera semana de su ciclo menstrual juzgaron dos puntos abajo. Lo curioso es que la opinión que dieron sobre los hombres no varió.
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Todo indica que entre las mujeres existe un agudo instinto de competencia que las lleva a descalificar a sus rivales, con el firme –y natural– objetivo de conseguir la mejor pareja. Como puede verse, hasta la maledicencia tiene su lugar en la trama de la evolución.
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FUENTE: The Toronto Star.