En el fin del año, al calor de las fechas decembrinas y de los buenos propósitos a cumplir en 1995, las prestaciones e incentivos que las empresas otorgan a su personal juegan un papel destacado.
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Al recibir estas prestaciones, lo más importante es administrarlas de forma que se logre la obtención de nuevos recursos Es decir, sacarle el máximo provecho a este dinero y que se convierta, realmente, en un elemento que fortalezca la economía familiar, en lugar de servir de apoyo para el derroche de la temporada.
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Primero el deber
El paso inicial para poder exprimir estos ingresos extras debe consistir en definir el monto total a recibir después de los correspondientes gravámenes. Y si ala fecha sólo se ha dispuesto de lo necesario para eventos y regalos se cuenta aún con dos opciones para su uso Por la primera, una parte se aplicaría a paliar la cartera de acreedores; por la segunda, otra parte se destinaría hacia el ahorro.
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Un elemento importante para que esta estrategia sea viable es que. durante el pasado mes de diciembre, se haya sido austero en cuanto a los regalos navideños, respetando claro está los diversos compromisos. A este respecto quizá conviene tomar en cuenta que, entre los consumidores de Estados Unidos, existe una clara tendencia hacia el rescate de los detalles emotivos, evitando además el gasto excesivo en regalos.
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Más de uno coincidirá en que es elemental destinar una parte para saldar deudas. Sin embargo, hay que recordar que los deberes contratados tienen un comportamiento, definido por la tendencia de las tasas de interés.
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Así. el análisis de lo referente al endeudamiento deberá tener como objetivo eliminar aquellos pasivos que sostienen tasas elevadas. Como referencia, convendrá considerar que, a fines de diciembre de 1994, la tasa líder en el mercado de dinero (Cetes a 28 días) se ubicaba arriba de 30%.
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Para tener una idea clara sobre qué estrategia de reducción de deudas es conveniente, se debe revisar el nivel de apalancamiento a través de las tarjetas de crédito y de créditos para la adquisición de casas y vehículos. De mantenerse altas las tasas en estos servicios, lo más recomendable sería liquidar a la brevedad posible dichas deudas. De acuerdo con su historial, se debería canalizar entre 30 y hasta 50% de los extras a este renglón.
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Va el resto
La parte complementaria El autor es licenciado en finanzas. Actual podrá ser destinada al ahorro y a la inversión y lo conveniente sería revisar todas las alternativas que ofrece el mercado de valores. Aquí, por supuesto, no habrá que olvidar las sociedades de inversión, que sin lugar a dudas podrían resultar en la herramienta más adecuada para canalizar dichos recursos.
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Permítame el lector explicar mis razones. En México, las sociedades de inversión cuentan con múltiples ventajas que, gracias a las modificaciones a la ley, se han enriquecido. En primer término, es importante mencionar que el prospecto de información brinda un tipo de sociedad perfil completo del que se trata, definiéndola en términos de operación, liquidez y cartera de inversión.
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En México existen un total de 241 sociedades de inversión y como casi todas son abiertas, la misma operadora del fondo puede recomprar los valores, lo que le da un plus por liquidez.
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Otras ventajas que el ahorrador podrá encontrar en este tipo de instrumentos son el manejo profesional, la transparencia en la cartera de inversión de la sociedad, la diversificación en la inversión y la posibilidad de participar en la Bolsa Mexicana de Valores.
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El destino que se le dé a los recursos adicionales depende, sin duda, de una decisión personal. Sin embargo, es importante ver a futuro.
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El autor es licenciado en finanzas. Actualmente es catedrático y articulista del periódico El Financiero.