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Firme, pese a todo

El magnate canadiense Paul Reichmann mantiene su plan de desarrollar tres macroproyectos urbanos en
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

No se van. Se quedan y, además, se amplían.

- Lejos de la de ruptura de relaciones entre ICA y Reichmann International, noticia que hizo circular Dow Jones en febrero pasado en Estados Unidos, representantes de ambas empresas ratifican a EXPANSIÓN su participación en el proyecto Santa Fe, donde cada una aporta 50% de una inversión que ascenderá a $1,500 millones de dólares en los siguientes cinco a siete años.

- No sólo eso: tanto Ron Soskolne, director comercial de Reichmann, como Eduardo Borja Ruy Sánchez, director del Proyecto Santa Fe de Grupo ICA, aseguran que existe la posibilidad de ampliar la asociación de ambos consorcios en los desarrollos de Alameda y Torre Reforma Chapultepec, ideados también por Paul Reichmann para la ciudad de México.

- Aunque en diversos diarios capitalinos han continuado apareciendo noticias de la cancelación de estos planes, debido al impacto de la crisis financiera, Soskolne y Borja hablan de lo contrario: "Nos planteamos una recalendarización y renegociación de financiamiento. Es decir, los proyectos avanzarán con lentitud, conforme se vaya dando la estabilización económica del país".

- En Santa Fe, de hecho, ya iniciaron el desarrollo de 547,000 metros cuadrados, mediante una inversión que oscilará entre $480 y $600 millones de Dólares, para edificar lo que denominan "un centro de ciudad dentro de una zona suburbana".

- Ciertamente, el proyecto se encuentra apenas en la etapa de excavación y nivelación de superficie, pero Borja asegura que los primeros edificios se entregarán en un lustro, mientras que el desarrollo estará terminado 100% en siete años y no a fin de siglo, como estaba previsto.

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- Tiempos de negociación
Aunque para muchos parezca ingenuidad, Borja apunta que están invitando a la banca nacional a compartir el riesgo: "Queremos que los proyectos obtengan financiamiento con base en su factibilidad y que los banqueros observen los beneficios".

- Soskolne, conocedor de la forma de pensar y actuar de los inversionistas extranjeros ‑urbanista de la ciudad de Toronto y director comercial de un coloso canadiense con 35 años de experiencia y logros en el sector inmobiliario‑, confía en vislumbrar pronto una tendencia clara en el camino de la economía mexicana. "Seria injusto pensar que México dejó de ser atractivo sólo por esta crisis temporal, subraya, y añade que Reichmann incursionará también en el Bajío y en Monterrey, a largo plazo.

- Por supuesto, la gran dificultad actual se llama financiamiento. Caro y escaso, el dinero tendrá que venir de diversas fuentes. Una de las opciones que ya se manejan es la asociación con otros empresarios nacionales y extranjeros, como el también canadiense George Soros, compañero de batallas de Paul Reichmann, quienes le tienen una fe inusual al mercado mexicano. "No quiero mencionar nombres ‑señala Soskolne‑, pero sé de muchos inversionistas estadounidenses y canadienses que pronto harán su aparición.

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