Al son de platillos y trompetas, como en los tiempos del Coliseo romano, Little Caesars, la tercera mayor cadena de pizzas del mundo, abrió sus puertas en la Ciudad de México.
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Little Caesars ha hecho famoso en el ámbito internacional su concepto Pizza-Pizza, el cual consiste en que cada vez que el cliente pide una pizza, recibe dos.
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“Esa es la principal característica junto con la calidad de nuestros productos”, explica Pablo Hurtado, director de la firma en el país.
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Corporación Mexicana de Restaurantes (CMR) es el consorcio acreditado para desarrollar y operar en forma exclusiva la franquicia maestra de la cadena estadounidense en México. Las tres primeras tiendas significaron una inversión de $600,000 dólares. Según cálculos de CMR, en los próximos 10 años habrá en operación 300 pizzerías Little Caesars en el país. “Nos sentimos muy confiados en el éxito que la cadena tendrá en México ya que estaremos en las plazas más importantes”, señala Raúl Alvarado, director general de CMR.
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Harsha Agadi, representante de la cadena estadounidense, también apuesta al éxito de la versión mexicana de Little Caesars. “El concepto que manejamos es muy popular con los chicos. En México la población es joven, por eso para nosotros es el país ideal”, comenta.
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Los responsables de Little Caesars-México planean iniciar en agosto la venta de franquicias en el resto del país.
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