Después de tres meses de repuntes, se detiene el ascenso del índice del sentimiento del consumidor BGC-Expansión de junio: se ubica en 89 puntos, dos menos que en mayo. El futuro económico no se vislumbra mejor que en los últimos meses y se observa un ligero descenso en las expectativas (pasan de 92 a 89). Pese a que la percepción del porvenir ya no está influida por el impacto de los actos terroristas del 11 de septiembre, las noticias de recuperación todavía no infunden suficiente confianza para mirar los tiempos venideros de manera promisoria.
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Las opiniones sobre las condiciones económicas actuales no registran variaciones sustanciales respecto al mes pasado, por lo que el índice respectivo se sostiene en el mismo nivel (90). Este hecho confirma que se ha diluido en lo fundamental tanto el efecto pernicioso de la reforma fiscal como el alza de tarifas eléctricas en la confianza del consumidor. La población observa el momento económico presente de manera más pesimista que en diciembre, debido a una percepción poco favorable de su poder adquisitivo.