Este año salió al mercado la primera generación de computadoras que, además de sonido e imagen, emiten olor. Lanzadas por la empresa NCR Corporation y por el fabricante de aromas Aerome, estas máquinas lanzan olores de galletas, tabaco o perfumes. ¿Para qué? Por puro hedonismo, para deleitar al usuario.
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Las computadoras tienen unos tubos donde se colocan pequeños cristales de olor concentrado; al ser activadas, un airecito aromatizado sale de un orificio cercano a la pantalla. Cada terminal puede incorporar hasta 20 distintas esencias y su precio varia de $3,000 a $11,000 dólares, según el modelo.
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Por ahora esta tecnología se concentra en las terminales, pero sus diseñadores afirman que en un futuro incorporarán los tubos a ciertos servidores para que los olores viajen por red. No todo es glamour; también se ha pensado que este nuevo invento dé un servicio útil. Klaus Korfmacher, representante de la empresa NCR en Europa, asegura que más adelante “también servirá para detectar olores de incendio a distancia”.
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