Globo a presión
La estrategia de reducción gradual de la inflación instrumentada por la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) desde 1996, logró mantener el índice a la baja. El año pasado, por ejemplo, la proyección del banco central era de 6.5%, pero no superó 4.4%.
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Algunos analistas califican la predicción de 4.5% de inflación en 2002 como conservadora. No obstante, el gobernador del organismo, Guillermo Ortiz, mantiene la aguja afilada para lidiar con el globo inflacionario.
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Sabía de antemano que este año no sería fácil: aparte de la recesión estadounidense y la baja en los precios del petróleo, se preveía que la economía mexicana no contaría con la deflación en los precios del gas y productos agrícolas –como en 2001– que la reforma fiscal movería a los mercados y que el incremento en los salarios, de finales del año pasado, presionaría el índice inflacionario. Sin embargo, lo que el dirigente del Banco de México no podía anticipar era que sólo a unos días de anunciar su Programa Monetario para 2002, el presidente Fox daría a conocer que se reducirían los subsidios a las tarifas eléctricas, lo que representa una fuerte presión al incremento de precios.
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El gobernador del Banxico inmediatamente incrementó el corto en $60 millones de pesos. A decir de Héctor Chávez, director de Análisis Económico en Santander, esta fue una decisión acertada, pues el aumento de $300 a $360 millones de pesos implicará alzas en las tasas de interés, lo que redundará en un menor crecimiento del consumo y crédito internos, y esto a su vez en menores presiones inflacionarias. El analista subraya que hasta el momento las medidas adoptadas por Ortiz son adecuadas y advierte que el retiro en los subsidios tiene importantes repercusiones en el índice nacional de precios al consumidor (INPC), por lo que algunas firmas ya modificaron a la alza sus estimados de inflación, situándola entre 5 y 5.5% al cierre del año.
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Isaac Katz, economista del ITAM, estima que si bien la modificación en las tarifas eléctricas afecta al INPC, el efecto se concentrará básicamente en el mes de febrero, lo que significa que "la inflación no será permanentemente mayor, sólo se reflejará en el nivel del índice de febrero, no más." El académico señala que, según evaluaciones del propio banco central, el aumento en el indicador de precios por el alza en las tarifas eléctricas será de .4 a .5%, por lo que asegura que en todo caso la inflación de 2002 llegará a 4.9 o 5% máximo, y agrega: "Sí es viable que Banxico alcance la meta de 4.5%. Más que fijarse en el INPC es importante ver la evolución que toma el índice subyacente, ya que éste excluye los precios administrados por el gobierno."
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