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Grado de inversión y riesgo soberano

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mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Es innegable el impacto que sobre la valuación de los activos financieros mexicanos tuvo el anuncio de Moody’s de revisar la deuda del gobierno, para darle el “grado inversión”. La revaluación de los activos se da gracias a que son más demandados, lo que reduce costos de financiamiento y se traduce en mayor demanda agregada vía más inversión y consumo.

- La declaración del grado de inversión no es un hecho mágico. Las empresas calificadoras revisan los aspectos políticos, económicos y sociales relevantes del país y sus perspectivas, y cuando consideran conveniente toman su decisión. Pero mientras eso pasa, casi siempre los mercados anticipan en buena medida el anuncio.

- Para demostrarlo, revisemos lo sucedido con el diferencial entre el rendimiento de los bonos globales mexicanos (UMS16) y los bonos del Tesoro de Estados Unidos, ya que sus fluctuaciones reflejan los cambios en el conjunto de las variables relevantes para las empresas calificadoras.

- Desde finales de 1996 y hasta antes de la crisis asiática de 1997, el diferencial bajó de un nivel de 550 a 280 puntos base (o 2.8 puntos porcentuales arriba de la tasa de los bonos del Tesoro). Para esas fechas, salvada la parte más difícil de la crisis de 1994-1995, se consideraba que México podría alcanzar una mejor calificación. Este buen momento  económico y político no se pudo coronar, por la irrupción de la crisis asiática y sus efectos en los países emergentes.

- Además, México se vio afectado por la caída del precio del petróleo en 1998. El diferencial llegó arriba de 400 puntos base (PB) y, con la crisis brasileña y la posibilidad de una crisis crediticia en Estados Unidos, el diferencial llegó a más de 900 PB. Pero a partir de las modificaciones en el régimen cambiario de Brasil, en enero de 1999, y de una mejoría en el precio del petróleo, el riesgo soberano de México mejora: el diferencial baja a 350 PB al finalizar 1999. Esto obedece a una situación favorable: finanzas públicas sanas, balanza de pagos sin problemas de financiamiento y una sana estructura de vencimientos de la deuda gubernamental y corporativa, además de un positivo proceso de elecciones primarias en el PRI. Estos elementos fueron fundamentales para la decisión de Moody’s. A partir de esta decisión el diferencial se redujo a 280 PB, es decir, el trecho más importante lo asimiló el mercado antes del anuncio.

- Dado que consideramos que el proceso electoral de julio no presentará problemas significativos para los mercados financieros, estimamos que el diferencial se podrá ubicar entre 200 y 220 PB. Pero este diferencial no se registrará con la decisión de Moody’s o de Standard & Poor, sino con la percepción de que efectivamente no habrá problemas en las elecciones de julio de este año.

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- –El autor es director de análisis de Operadora de Bolsa Serfin

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