Un “rounder” es un jugador compulsivo que deambula por los más oscuros salones de póker ilegal, en busca de un juego que pueda inyectarle la adrenalina y la excitación que necesita para darle sentido a su vida.
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Esta cinta explora meticulosamente la subcultura del jugador empedernido, su angustia y fascinación, y el inherente peligro que subyace en situaciones límite, a través de la historia de Mike McDermott, un joven prodigio interpretado por Matt Damon, un estudiante de leyes que se jugó –y perdió– su colegiatura y que, para salvar su relación amorosa, le ha prometido a su novia que nunca más volverá a jugar.
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Pero del dicho al hecho hay un gran trecho. Mike sucumbe a la tentación nuevamente y se introduce de lleno en una vorágine de suspenso y estafa. Si algo aprenden los espectadores de esta nueva película del cineasta neo-noir John Dahl, es que el póker no tiene nada que ver con la suerte, sino que se basa en el cálculo preciso de las probabilidades de una mano, y en un profundo conocimiento de la psicología del ser humano.