IBM. El gigante exportador
Dice un famoso tango que 20 años no es nada, pero todo depende. Para la planta de manufactura de IBM de México en Guadalajara, 20 años han significado muchos logros: convertirse
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en una fábrica diversificada, con productos y servicios de alta tecnología; colocarse como la quinta empresa exportadora a nivel nacional y la primera de Jalisco; obtener el Premio Nacional de Calidad y, en fin, ser una de las tres plantas más importantes de IBM Corp, entre otros logros.
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Instalada en El Salto, Jalisco, para descentralizar la actividad productiva de IBM de México, esta planta arrancó en 1975 fabricando máquinas de escribir. Sin embargo, como recuerda Alfonso Alva Rosano, uno de los fundadores de la planta y su gerente desde 1987, la dependencia de un solo producto cuya demanda era zigzagueante hizo pensar en buscar otros pilares. Así fue como, en 1980, se inició en el camino de la diversificación, hallando en la manufactura de minicomputadoras (como la S134, S136 y AS1400) un interesante nicho en el que llegó a producir hasta 10,000 sistemas anuales.
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Ya metida en el mundo de la computación, y tras producir tarjetas electrónicas, en 1985 comenzó la fabricación de PCs. El modelo PC-XT marcó el punto de partida de esta etapa, y continuó con las líneas PS/2, PS/1, Aptiva, hasta llegar a la Thinkpad, que este año se anotó un éxito al lanzar el modelo conocido como Butterfly. Con 460,000 PCs producidas en 1994, ésta es el área de negocios de mayor crecimiento de la planta en términos monetarios.
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Aunque ya se fabricaban teclados para computadoras, no fue sino hasta 1989 cuando se inició la manufactura de subensambles, específicamente de actuadores. Pero lo que inició como una ayuda temporal para la planta hermana de Rochester, se convirtió en un próspero negocio, que el año pasado produjo cuatro millones de unidades y ventas por $200 millones de dólares.
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Después de que la planta se había enfocado al hardware, en 1990 dio un gran salto al crear un laboratorio de software. En él, 120 personas diseñan software operativo para PCs y sistemas intermedios, como la AS1400, la computadora "más instalada en todo el mundo, con más de 350,000", de acuerdo con Alfredo Capote, presidente de IBM de México. También aquí se desarrolla software aplicativo (como el sistema Recursos Humanos/400) y software a la medida.
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En esos años, explica Alva, "era tanta la experiencia en manufactura que habíamos acumulado, que quisimos ponerla al servicio de los clientes". Así surgió el centro de consultoría de manufactura, cuyo objetivo es dar asesoría a la industria en sus estrategias operacionales.
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Entrados en gastos, vendrían en cascada nuevos negocios, tanto de manufactura como de servicios: reproducción de -software y publicaciones, traducción de paquetes de software, comercialización de equipo original de manufactura (OEM), reparación de computadoras portátiles y, recientemente, los Servicios Especializados de Laboratorio y Logística (SELL).
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En fin, asegura Capote, que estás dos décadas han sido "un desarrollo continuado, basado en muchos esfuerzos, sacrificios y resultados". De ahí que esta fábrica "no sólo es orgullo de IBM de México, sino también parte integral de nuestra estrategia de cobertura en términos de productos y servicios".
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Bien orientada. Ricardo Zermeño González, director de Select IDC (y que como funcionario público participó en las negociaciones para que IBM fabricara computadoras en la planta tapatía), cree que el desarrollo de este proyecto del Gigante Azul ha sido "ejemplar". No sólo porque es de las pocas plantas negociadas en aquella época que ha logrado sobrevivir, sino también porque "básicamente se ha orientado al mercado internacional, que es la única forma de participar en la manufactura de cómputo", dice el directivo de la firma de investigación del mercado informático.
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En efecto, esta fábrica ha fincado su crecimiento en las exportaciones, las cuales han pasado de $55 millones de dólares en 1986 a $889 millones de dólares en 1994. El valor de sus ventas externas (que en total cubren 22 países, siendo América Latina, Canadá y Estados Unidos los principales mercados) la coloca no sólo como la líder del ramo, sino que también es -según el informe de Exportadoras e Importadoras de EXPANSIÓN de este año- la quinta compañía exportadora del país y la primera de Jalisco, al participar con 30% de las facturaciones externas de la entidad.
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En este 1995, la estrategia ha sido lógicamente aprovechar la coyuntura para hacer crecer aún más las exportaciones. Y aunque tanto Capote como Alva prefieren reservarse el pronóstico, confían en que se superarán "con amplio margen" los resultados del año pasado.
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Zermeño también cree que las ventas externas irán en ascenso, lo cual podría compensar la caída del mercado interno. Es más, "en términos de facturación total, IBM va a crecer, algo que no está sucediendo en el mercado".
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Pero así como la planta tapatía ha aumentado su fortaleza exportadora, igualmente ha hecho un gran esfuerzo por desarrollar una base de proveedores nacionales. Alva, quien también es director de manufactura y tecnología de IBM de México desde 1990, justifica que "de no integrarnos localmente, perdemos la ventaja de competitividad que nos da producir computadoras en México".
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A la fecha, IBM cuenta con una base de 240 proveedores nacionales (80 de productos manufacturados y 160 de servicios), los cuales generan 3,500 empleos y compras por $150 millones de dólares anuales.
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Desde fuera, Zermeño considera que este esfuerzo es algo "muy loable" y que en estos momentos está probando su beneficio. "Todos los proyectos que incrementan el contenido local –añade- son estratégicos, por que en la medida que se tiene mayor margen y mayor valor agregado hay forma de capear cambios en los mercados”.
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La mejora continua. Para Alva, unos de los principales logros de la fábrica que vio nacer es la obtención de 1992 de Premio Nacional de Calidad, por lo que éste represente: “Es la confirmación de un externo sin ningún interés, que realmente hace una evaluación y llega a concluir que la empresa ha crecido en el camino hacia la calidad total”.
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Pero haber ganado ese premio no es sino parte de un proceso que arrancó en 1985 con un intensivo programas de educación para todo el personal, mismo que ha continuado con otros programas, como la auto evaluación, la reingeniería y la formación de equipos similares a los círculos de calidad japoneses.
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La consigna para una mejora continua ha sido: "Nunca pensar que el proceso que tenemos es el mejor", pues, como dice el directivo, hay que estar cambiando todos los días, ya que la competencia es fuerte y tenemos que mantener el liderazgo internamente dentro de IBM y externamente con otros fabricantes".
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Así, a pesar de que la planta ha ido creciendo y diversificándose, su operativa, más que complicarse. se ha simplificado. El secreto, revela su gerente, fue cambiar a un sistema de información que usa como herramientas el sistema S/400 y Mapics, -software que controla producción, inventarios, distribución y todas las operaciones.
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Otro cambio importante de esta empresa que en 1992 obtuvo el certificado ISO 9000 es que, si antes trabajaba acuerdo con un plan de producción, ahora labora bajo una orden que, al momento de llegar, dispara la fabricación. Ello, asegura Alva, además de haber eliminado en las instalaciones los grandes almacenes de producto terminado, mejoró la rotación de inventarios ente 20 y 25%.
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Abundan los casos que han resultado de una actitud hacia la calidad total. Y uno que destaca por sus beneficios es el -jetway, un sistema desarrollado en casa para eficientar los surtidos de proveedores.
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Lógico, todos los cambios, así como la maduración de la gerencia, han permitido que esta planta, en donde laboran 2,000 empleados (425 IBMistas y el resto personal de servicio contratado), se distinga como una de las más competitivas del Gigante Azul, junto con la de Raleigh y la de Escocía. Si se trata de productividad, afirma su timonel, "somos de las mejores" (cada empleado directo producía en 1986 $300,000 dólares, pero en 1994, ya eran $4.3 millones de dólares). Si se miden por sus costos, -los nuestros son en algunos productos los más bajos o de los más bajos".
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Un futuro promisorio. A raíz de que IBM de México perdiera terreno en el segmento de las PCs, la organización decidió reestructurar sus estrategias de distribución, "nuestro tendón de Aquiles", reconoce su presidente. Como parte de estas estrategias, en septiembre se implementó un nuevo modelo de abasto para que todas las órdenes del mercado nacional fueran surtidas directamente en la manufacturera. Con ello, Capote afirma que se va "aprovechar la gran ventaja de tener esta planta, una ventaja que afortunadamente no tiene ninguno de nuestros competidores".
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Zermeño, de Select, aprueba la nueva logística de distribución, puesto que al quitarse lo que también juzga como una "debilidad", IBM podría "retornar el rumbo que había perdido en el mercado de PCs". Más allá, a nivel industrial, ve a una planta que seguirá siendo líder, "porque sin duda, en México, no hay otra que se le acerque".
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El mismo panorama observa Alva, con "muchas oportunidades de crecimiento, de inversión, de traer nuevos productos, ya que los resultados que le hemos dado a la corporación han sido buenos".
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En el área de manufactura, y concretamente en el negocio de computadoras personales, su expectativa es continuar capturando los grandes volúmenes que ofrece el mercado estadounidense. Mientras que en subensambles, espera un crecimiento más rápido, así como la posibilidad de mover a El Salto algunas líneas de productos que actualmente se fabrican en otras filiales de la familia.
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En lo que toca a servicios, el futuro no es menos promisorio, sobre para el desarrollo de -software, un área "de gran potencial porque la materia prima está en la materia gris". Aquí la tarea es seguir desarrollando -software para laboratorios de Estados Unidos, además de atacar de lleno el mercado mexicano y latinoamericano..
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¿Quién podría decir, ahora, que 20 años no es nada?