Según informes de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), 1997 fue un buen año para esta división industrial. Los resultados obtenidos por las empresas en el primer semestre compensaron, por un lado, los efectos de la crisis asiática y, por otro, la apreciación de la paridad cambiaria, ambos fenómenos experimentados en el segundo semestre el año pasado.
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En 1997 el volumen de producción de esta industria aumentó entre 6 y 10% en relación con el de 1996. Los segmentos de especialidades químicas, pigmentos y colorantes fueron los de mayor dinamismo, al reportar aumentos de 15% promedio en su producción, seguidos de los insumos químicos para la construcción, cuyo volumen se incrementó en 12%.
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Pero la otra parte de la historia la dieron la sobreoferta y la drástica caída en los precios internacionales de los fertilizantes, lo que ocasionó que la producción disminuyera 15% debido al paro de algunas plantas en el segundo semestre.
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El crecimiento en conjunto del sector propició que el porcentaje de capacidad utilizada promedio (CUP) se ubicara en 76.7%, superando en 3.2 puntos porcentuales los niveles de 1996. Los segmentos productores de químicos inorgánicos presentaron una CUP de 83.4%, en tanto que el de fertilizantes se ubicó en 64%.
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Las ventas de productos químicos en el mercado nacional también mostraron un comportamiento alcista, de 16% en promedio. Los segmentos más destacados fueron los de productos adhesivos, pigmentos y colorantes, y emulsiones, al registrar incrementos superiores al promedio.
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Las ventas foráneas se mantuvieron estables al sumar $3,419 millones de dólares, apenas 0.5% más que en 1996. Sin embargo, algunos segmentos como lubricantes, resinas termofijas, adhesivos y especialidades químicas incrementaron su factura externa en 15%, mientras que otros, como los de emulsiones y hules, disminuyeron 5%.
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Por otro lado, las importaciones aumentaron 18.9%, llegando a $6,852 millones de dólares. La compra de insumos importados que compiten con los de Pemex Petroquímica alcanzó en 1997 un valor de $1,166 millones de dólares, con una elevada expectativa de crecimiento por las actuales condiciones de desabasto de estos productos. Como resultado, el saldo comercial de la industria química ascendió 45.3%, llegando a $3,433 millones de dólares.
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La ANIQ considera que la profundización de la crisis asiática y la consecuente desaceleración de la economía mundial y nacional enturbiaron las perspectivas de crecimiento para 1998.
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Los segmentos de emulsiones, hules y productos químicos para la construcción prevén, para el primer trimestre de este año, una contracción de 5% en sus ventas por menores precios internacionales. En cambio, los segmentos productores de fertilizantes estiman un posible repunte de 15% en el primer trimestre, en comparación con las ventas del 4° trimestre de 1997, uno de los peores en la historia reciente del sector.
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Preocupada por la pérdida de competitividad de las compañías, la ANIQ ha convocado a empresas y gobierno a buscar medidas que contrarresten el rápido crecimiento del déficit sectorial y atenúen la sobreoferta de insumos químicos. Y es que si bien la demanda en los mercados de productos químicos y petroquímicos de Estados Unidos y Europa se ha mantenido estable entre diciembre y enero, ya comienza a manifestarse en los mercados la presencia de excedentes asiáticos en insumos como estireno, propileno, etileno, polietilenos y resinas PVC. Por eso, el llamado a “hacer química” entre empresas y autoridades se antoja urgente.