Tras la muerte del arquitecto en 1988, su archivo eventualmente llegó a manos de un galerista en Nueva York que pensaba venderlo en lotes. Entonces entró en escena Federica Zanco, gran admiradora de Barragán que consiguió que el Vitra Design Museum adquiriera todo el archivo y muchas de las fotos de Armando Salas Portugal, su fotógrafo personal. Así se formó la Barragan Foundation en Suiza. Después de restaurar cada pieza, se montó la muestra itinerante La revolución callada, con más de 300 dibujos, 500 fotografías, testimonios, videos, maquetas y folletos. Ha viajado desde Tokio hasta Alemania con enorme éxito. Su última exhibición será en Bellas Artes, justo para celebrar el centenario del nacimiento del artista.
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Gianfelice Rocca, presidente de Techint, el grupo industrial que promovió que la exposición llegara a nuestro país, considera que el mexicano es una síntesis de cultura local y global.