Malas noticias. En internet, según Dieter Gies brecht –vicepresidente de Ventas, Mercadotecnia y Servicios de Symantec– las armaduras indestructibles son un sueño irrealizable. El peligro asecha a usuarios y compañías, y nadie puede considerarse invulnerable.
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Afortunadamente, Giesbrecht no destruye todas las esperanzas: con un poco de análisis y planeación, las empresas mexicanas pueden disfrutar de una vida con pocos sobresaltos.
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En términos de seguridad informática, ¿qué tan confiable es México?
Al igual que en otras partes del mundo, en muchos sectores empresariales no hay una cultura que promueva el uso de estrategias de protección. Las compañías financieras y las instituciones gubernamentales son las únicas organizaciones que están conscientes de los peligros informáticos. Otros nichos, como la manufactura y el retail, sólo se preocupan por los ataques que involucren virus. Por desgracia, olvidan que existen otro tipo de amenazas: hackers, destrucción de páginas, intrusos, etcétera.
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¿Qué falta para aumentar el nivel de alerta?
Todo ocurrirá en forma natural. En Estados Unidos, los empresarios saben que un hacker puede causar daños irreparables en la operación de una compañía dedicada al comercio electrónico. Algunas firmas basadas en internet, como e-bay, ya sufrieron las consecuencias de ser víctimas de un ataque orquestado por hackers. Estas experiencias lamentables alertan a la población y generan actitudes más responsables.
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¿Cuál es la mejor estrategia para evitar agresiones?
Hoy en día, las empresas comenten un error muy grave: construyen sus infraestructuras de seguridad en forma precipitada. Antes de invertir dinero en software y hardware de protección, las compañías deben realizar una exhaustiva evaluación interna: determinar los riesgos que realmente amenazan a la firma, descubrir las áreas potencialmente vulnerables, analizar las condiciones y el desempeño de la plataforma de sistemas, etcétera. Con el diagnóstico en la mano, la organización puede diseñar un plan adecuado –en términos organizacionales y económicos— para minimizar los riesgos.
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En el mundo digital, ¿es posible alcanzar la inmunidad absoluta?
No hay compañías a prueba de amenazas. Ese concepto no existe. Lo factible es la administración del riesgo.