La industria sigue a la espera
Dos de los ejes del discurso del presidente Vicente Fox durante la campaña electoral fueron el impulso a las pequeñas y medianas empresas (PYMES) como motores del desarrollo económico y la de generación de empleo, y el microcrédito como salida a la pobreza.
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En realidad, la mayor parte de las propuestas eran enunciados generales más que planes concretos y por tanto su evaluación es subjetiva. Además, resulta difícil criticar 100 días sin ver frutos que, si llegan, lo harán mucho después.
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Juan Bueno, el titular de la nueva Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa –pieza clave en la estrategia foxista–, es entusiasta pero a la vez mesurado: “Estoy satisfecho con lo que tenemos hasta ahora… para empezar.”
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Excepto Marcha hacia el sur y microcréditos, no hay proyectos nuevos importantes. Es cierto que el presupuesto asignado les da un alcance mucho mayor al que tuvieron sus antecesores; sin embargo, el propio funcionario declara: “No tenemos muchos recursos.” La cuenta es clara: menos de $923 pesos para el fomento de cada PYME.
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Los industriales concentrados en Canacintra opinan que los recursos de la banca de desarrollo también son insuficientes. Su presidente, Raúl Picard, dice que los montos aprobados para Nafin y Bancomext “son mínimos” y no resuelven el principal obstáculo: la reactivación del crédito. Él cree que “si habláramos de un 100% de política industrial, ahorita apenas estamos en 15%”.
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Muchos observadores coinciden en que al secretario Ernesto Derbez lo tomó por sorpresa su designación en esta cartera, (apenas en noviembre se enteró del nombramiento, cuando era el principal candidato para Hacienda) y en que ha tenido poco tiempo para comprender la problemática que enfrenta.
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El director de Estudios Económicos de Bursamétrica, Pablo Álvarez-Icaza, tiene una percepción favorable de lo hecho por Economía. Dice que se nota un esfuerzo por generar cadenas productivas y reactivar el mercado interno, a tono con las ofertas de Fox. Sin embargo, advierte que a los programas no sólo hay que darles “mercadotecnia”, sino también medidas “mucho más concretas y aterrizadas”, que aún hacen falta.
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El programa de microcréditos es el que ha recibido más críticas. Dirigentes de organizaciones de ahorro popular han sostenido que como instrumento de combate a la pobreza se queda muy corto.
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En resumen, Bueno anticipa que no habrá nuevos planes, pero que falta instrumentar lo ya anunciado.
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