Si Carlos Salinas de Gortari cometió un error importante durante su sexenio fue no haber entendido que la apertura de la economía tenía que coincidir con una apertura política. Esta equivocación es mucho más importante que la que supuestamente cometió al no haber devaluado a tiempo y que ha motivado la acción legal en su contra por parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
- Últimamente se ha puesto de moda afirmar que en 1994 falló la estrategia económica. Se dice, en particular, que el alto déficit de cuenta corriente llevó a la devaluación y a la crisis financiera. Esta explicación ortodoxa tiene la ventaja de que es muy sencilla de entender: si los mexicanos estábamos importando más de lo que exportamos, teníamos que devaluar el peso para hacer más competitivas nuestras exportaciones y para reducir las importaciones.
- Esta argumentación, sin embargo, difícilmente cuadra con los acontecimientos de los meses que precedieron a la devaluación. Los mercados financieros, en particular, no mostraron ninguna preocupación ante el déficit de cuenta corriente durante el difícil año de 1994. En los dos primeros meses de ese año, las reservas internacionales del Banco de México aumentaron en $8,000 millones de Mares, cifra espectacular, que implica que los inversionistas internacionales no temían a que el déficit de cuenta corriente (ya presente) pudiera generar un desplome financiero. Esta avalancha de recursos se estaba logrando con tasas de interés muy bajas: en febrero el rendimiento de los Cetes a 28 días se encontraba en 8%, en un momento en que la inflación se acercaba todavía a 9%.
- Los momentos de caída de la bolsa y las fugas de capitales de 1994 coincidieron con problemas políticos y no financieros. Los anuncios trimestrales del déficit de cuenta corriente nunca hicieron mella en los mercados. En cambio si los golpearon las veleidades políticas de Manuel Camacho Solís, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, los secuestros de Alfredo Harp Helú y Ángel Losada, la cerrada y controvertida campaña electoral, el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, las acusaciones políticas de Mario Ruiz Massieu, el anuncio del gabinete de Ernesto Zedillo y el rompimiento del cese al fuego en Chiapas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en diciembre de 1994.
- ¿Por qué los inversionistas extranjeros se preocuparon más por estos acontecimientos que por los anuncios trimestrales del déficit de cuenta corriente más alto de la historia? Porque estaban convencidos de que el déficit podía ser financiado con facilidad por el mercado. En cambio, estaban inseguros respecto de la capacidad del país para llevar a cabo, su transición a una democracia cabal. En regímenes como Gran Bretaña, España o Francia, los problemas políticos o incluso los actos de terrorismo no afectan a los mercados porque los inversionistas confiaban en la capacidad de sus sistemas políticos para rebasarlos.
- Pero México, que nunca ha vivido esa prueba de fuego de la democracia, no ofrecía esa tranquilidad.
- Lo anterior no significa que los inversionistas coincidan con el PRD en cuanto a que las elecciones de 1994 fueron ilegales. Las encuestas de opinión y los conteos rápidos los convencieron de que Ernesto Zedillo triunfó realmente. El problema es que perciben que el gobierno tiene dificultades para controlar a las fuerzas políticas opuestas que están surgiendo en el país.
- Los inversionistas saben que un déficit de cuenta corriente puede ajustar se con relativa facilidad, pero que la transición de un país a una democracia cabal puede ser mucho más turbulenta. Por ello reaccionaron sacando su dinero con las noticias políticas, no con las económicas.
- Por esto, la gran solución al bache financiero de los últimos meses no radica simplemente en la aplicación de medidas económicas. Si no se resuelve el problema político, todo, el esfuerzo económico carecerá de sentido.
- El autor es columnista del periódicoReforma y de otros diarios del país. Es además comentarista económico y político de Televisión Azteca.