El ciclista estadounidense Lance Armstrong no imaginó que sus brazaletes -serían más famosos que él y eso que ha ganado seis veces el Tour de Francia -–máximo evento ciclista del mundo–. Después de sobrevivir al cáncer, -creó la fundación que lleva su nombre con el fin de apoyar a personas que -sufren esta enfermedad. Acordó con Nike, la firma deportiva más grande en el -mundo, que por cada dólar donado a su causa, se daría a cambio un brazalete -amarillo.
- De un día para otro, artistas, políticos y deportistas lucían la pulsera -surgiendo así un fenómeno comercial, que pasó de la solidaridad al negocio. -Del 17 de mayo de 2004, cuando salió el primer brazalete, al pasado mes de -abril, se vendieron más de 40 millones de unidades. En México, los brazaletes -se han convertido en un jugoso negocio instantáneo, que “así como llega se -va”, dice Roberto Castañeda, presidente de la Alianza contra la Piratería. -Son tan cotizadas las pulseras livestrong que se llegan a vender hasta en -$500 pesos cuando su costo real es de $1 dólar. La piratería no se quedó -atrás, los vendedores de este sector ofrecen imitaciones hasta en $60 pesos. -“Tomar acciones contra la piratería de este producto compete sólo a la -Fundación Armstrong”, afirmó Castañeda. Hasta el mes de abril no había -demanda alguna.
- Armstrong dio la pauta para que organizaciones con fines sociales lancen sus -pulseras para recaudar fondos. Son populares las de color verde en pro del -Bosque de Chapultepec y las rosas en apoyo al cáncer de mama, entre otras.