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Las maquiladoras

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mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

El desempeño de la Industria Maquiladora de Exportación (IME) en las últimas tres décadas ha sido impresionante, no sólo por sus resultados cuantitativos sino también por haberse convertido en la sección industrial más dinámica y moderna del país. A lo largo de 30 años esta industria ha planteado un reto enorme a la industria no maquiladora: modernizarse para poder participar del enorme mercado de insumos que demanda la IME.

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Estimados en poco más de $20,000 millones de dólares, los insumos totales consumidos por la IME en 1994 no han podido ser proporcionados por las empresas nacionales. El suministro local es poco menos del 2% de este importante mercado. Con todo, el reto supone no sólo las oportunidades de poder entrar a este mercado, sino los riesgos de no hacerlo; el principal de ellos es la generalización de procesos de maquila en donde el suministro de insumos de origen nacional sea marginal.

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Maquila: competitividad para Estados Unidos. La IME, responsable en un tercio de las exportaciones de manufacturas, de poco más de la mitad de sus importaciones y creadora de más de medio millón de empleos directos, seguirá en lo que resta del siglo XX como el área de mayor dinamismo en México y como expresión de uno de los procesos de integración económica más intensos. Conviene recordar que el proceso de recuperación de la competitividad por parte de las empresas estadounidenses hizo de la producción compartida uno de sus principales ejes, impulsando una integración económica de oran magnitud con México. Aunque esta modalidad de manufactura se ha desarrollado en todo el mundo, la cercanía geográfica de México con Estados Unidos, aunada a los bajos salarios y a una mayor infraestructura industrial, han hecho de México el principal usuario de las fracciones 9802.00.60 y 9802.00.80 de la Harmonized Tariff Schedule of the United States (HTS).

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En el marco de estas fracciones, establecidas entre 1956 y 1963, los productos amparados son eximidos del gravamen regular por lo que su costo es sensiblemente menor. Se trata, en esencia, de un esquema que permite la libre circulación de mercancías del mismo tipo puesto en vigor el 1o de enero de 1994 por el Tratado de Libre Comercio (TLC). Aunque México adquirió una ventaja adicional con la firma del tratado, cabe señalar que el gobierno de Estados Unidos estableció en mayo de 1994 el Interim Trade Program for the Caribbean Basin que permite a los países del Caribe un acceso al mercado estadounidense similar al que tiene México, pero sólo en lo que se refiere a prendas de vestir. No obstante, México sigue teniendo una positiva posibilidad de captar operaciones de maquila que actualmente se realizan en la Cuenca del Caribe.

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Como se sabe, las ventajas regionales de los países de la Cuenca del Caribe en relación a México son muy limitadas para aquellas operaciones que no sean en lo esencial prendas de vestir. En la mayoría de los países caribeños, la infraestructura está menos desarrollada que en México y no pueden apoyar muchos tipos de industria. Por ejemplo, el ensamble de productos electrónicos, autopartes, muebles e instrumentos médicos requiere del suministro continuo de electricidad y, al tener ésta un costo demasiado elevado, no es factible que se desarrollen operaciones de esta naturaleza dentro de los estándares mundiales. Paralelamente, la infraestructura de comunicaciones es todavía muy baja, lo que imposibilita una racionalización de la producción. Por último, el tamaño de los mercados es tan reducido que aún no son una razón de peso.

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En este contexto, México está en posibilidad de atraer operaciones de maquila que actualmente se ubican en los países del Caribe hacia regiones situadas en el centro y sur del país, en donde existe -además de una tradición industrial textil muy fuerte- una mayor infraestructura y una inmediatez geográfica con el mercado de Estados Unidos. De lograrlo, México podría establecer una relación en la producción compartida con mayores beneficios que en el pasado, puesto que el TLC le permitiría integrar muchos de los insumos de la cadena textil, impactando positivamente el costo total de las prendas de vestir destinadas al mercado norteamericano. Paralelamente, la industria nacional podría estar en condiciones de iniciar eslabonamientos productivos más amplios, además de promover otras regiones del país.

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El informe Las Maquilas de Exportación en México es elaborado por el Departamento de Investigación y Desarrollo del Grupo Editorial Expansión. La coordinación y redacción de los textos estuvo a cargo de Gerardo Mendiola. Se prohíbe la reproducción parcial o total sin la autorización de los editores. Cualquier mención del contenido es permitida siempre y cuando se cite la fuente.

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