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Lecciones para conservar la piel

Tras varias incursiones fallidas en el mundo de los negocios, esta tapatía encontró su desarrollo
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Si como rejoneadora María Elena Barba demostró en sus años mozos ser - dueña de una gran valentía para enfrentarse a los toros bravos, como mujer de - negocios tampoco le ha faltado ese carácter para sortear las adversidades y - colocar a Alto Diseño en Piel como una de las empresas marroquineras líderes - de Jalisco.

- Sin siquiera haber concluido la preparatoria, esta tapatía ingresó al - mundo de los negocios con apenas 17 años de edad. En ese entonces, con el - apoyo familiar fundó, junto con su prometido, una fábrica de calcetines en la - Ciudad de México. Pequitas Textil nació con suerte y, de ser la dote del - joven matrimonio, se convertiría en una próspera industria con más de 250 - empleados. Sin embargo, Barba tuvo que renunciar a ella cuando se divorció de - su marido.

- Sin capital alguno, y sólo con la ilusión de empezar de nuevo, esta - tapatía persistente decidió asociarse con unos jóvenes que vendían hot-dogs - al clásico estilo del carrito callejero. Cuando Dogos Meño’s, la empresa - que conformaron, iba viento en popa –llegó a vender la nada despreciable - cantidad de 1,000 perros calientes diarios–, les reclamaron el terreno donde - estaba instalada, lo que obligó a disolver la sociedad.

- Pero este segundo fracaso no hizo mella en su espíritu emprendedor. Fue - entonces cuando decidió poner en marcha una fábrica de bolsas para dama. Como - no conocía nada del negocio, contrató a un jefe de producción y, con su - apoyo y el de tres trabajadores, en 1990 arrancó Alto Diseño en Piel, - convirtiéndose en la primera mujer que incursionaba en el ramo de la - marroquinería en Jalisco.

- - CON UNA AYUDITA DE... GURRÍA
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El gran problema de la incipiente empresaria era que, aunque su negocio era - viable, no tenía el aval para conseguir créditos. Pero Barba supo - solucionarlo: en una ocasión que José Ángel Gurría, por aquel entonces - director general del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), estuvo en - la capital jalisciense para reunirse con los industriales locales, la - empresaria aprovechó la visita del actual secretario de Hacienda para - plantearle su problemática y solicitarle su apoyo. Su intrepidez llamó la - atención de Gurría, quien de inmediato ordenó al director regional de - Bancomext que se encargara de su asunto. “No me hice muchas ilusiones –recuerda–. - Sin embargo, para mi sorpresa esa misma tarde el director regional de Bancomext - se presentó en la fábrica. Nos dio una Tarjeta Exporta y el aval para - un crédito por $500,000 dólares.”

- Con los recursos obtenidos, pudo comprar maquinaria, hacer inversiones y - realizar viajes por el extranjero para actualizarse en diseño. El crecimiento - de la fábrica no se hizo esperar y, al tiempo que cada año duplicaba la - producción, las ventas aumentaron en la misma proporción. La facturación - llegó a $1 millón de dólares. Para entonces, gracias a su calidad y diseño, - los productos que fabricaba bajo la marca Red Goose se habían - posicionado muy bien en los grandes almacenes del país como Sears y Liverpool - y, además, la empresa empezó a exportar a Estados Unidos, Brasil, Ecuador, - Honduras y Costa Rica.

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- Todo iba de maravilla. Las ventas crecían y Barba se había ganado el - respeto de sus compañeros del gremio marroquinero. Entonces sobrevino lo que - ella llama “la broma de Carlitos”, es decir, la crisis económica - inmediatamente posterior al sexenio de Carlos Salinas de Gortari. “Fue - terrible, porque las cadenas de tiendas suspendieron sus compras y las ventas - cayeron una tercera parte”.

- Para desahogar la gran cantidad de bolsas que estaban en proceso de - producción destinadas a los almacenes nacionales, Barba no tuvo más remedio - que conformarse con el 10% de aumento en los precios que ofrecían las tiendas - departamentales. El inconveniente era que ese incremento no cubría, ni de - lejos, los costos de sus insumos que, como se cotizaban en dólares, se habían - duplicado.

- Por si fuera poco, aconsejada por Bancomext, había contraído créditos en - billetes verdes para crecer la planta productiva de cara a la exportación. Al - presentarse la devaluación, la deuda bancaria se triplicó de inmediato.

- A punto de la quiebra, Bancomext volvió a salir a su rescate. El banco de - desarrollo le envío al director del Centro de Diseño de Negocios, quien le - recomendó las estrategias a seguir para disminuir los costos, pagar todo lo - que debía y sacar el negocio adelante. Siguiendo sus consejos, modificó la - estructura productiva de la empresa y la adaptó a un esquema similar al - desarrollado por la multinacional italiana Benetton.

- En lugar de tener reunidos a todos los trabajadores en una sola fábrica, se - conformaron pequeños equipos de trabajo de seis o siete personas distribuidos - en pequeños talleres. Con este esquema, en la planta central se elaboran los - diseños, se cortan las pieles y se encomiendan las tareas a los demás - talleres para que, una vez concluidas, regresen el producto terminado a la - fábrica madre, donde pasa a control de calidad y etiquetado para finalmente - ser depositadas en el almacén. “Las ventajas del esquema de Benetton es que - la gente trabaja mejor en pequeños grupos. Además, es más fácil manejar los - procesos y tener un mayor control de calidad”, explica.

- Con la tranquilidad de haber liquidado todos sus pasivos –ahora sólo - trabaja sustentada en sus propios recursos–, Alto Diseño en Piel, junto con - otras nueve firmas mexicanas, fue seleccionada por la Unión Europea (UE) para - participar en un programa de desarrollo de marroquinería. Gracias a esa beca - de $500,000 dólares, recibió asistencia por parte de expertos españoles e - italianos en producción, diseño y comercialización. “Fue como cursar una - maestría de dos años”, comenta.

- Aparte de esa beca, se vio favorecida con un programa de CBI, un centro que - desde 1971 opera en Holanda con el fin de promover las exportaciones hacia la - UE de las pequeñas y medianas empresas afincadas en países en vías de - desarrollo. En el programa, explica, nada más participaron tres marroquineros - mexicanos, que recibieron el beneficio de asistencia técnica, viajes y, como - conclusión, tuvieron oportunidad de vender sus productos en una exposición de - Alemania. “Llegamos con diseños y muy buenos productos, pero todavía no - teníamos precios lo suficientemente bajos como para competir con los productos - italianos”, reconoce.

- ¿Por qué tanto interés por parte de los europeos en desarrollar el sector - marroquinero mexicano? “Ellos, y en particular los italianos, están muy - interesados en que mejoremos nuestros procesos para venir a maquilar aquí y - vender a Estados Unidos y América Latina”, responde la ahora líder de los - 60 marroquineros que hay en la zona metropolitana de Guadalajara.

- - LA INTEGRACIÓN VERTICAL
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Si bien los productos de Barba tienen calidad y diseño competitivos –cada - seis meses renueva su colección con alrededor de 60 modelos diferentes de - bolsas, carteras, monederos, cinturones y portafolios–, la empresa no ha - podido lanzarse de lleno a la exportación por la falta de una proveeduría - adecuada. La empresaria se queja de que los curtidores nacionales no han - conseguido dar a las pieles los requerimientos que piden los mercados - internacionales, sobre todo los europeos que, en un afán ecologista, exigen - que los cueros sean curtidos con ingredientes vegetales y no con los - contaminantes productos químicos.

- Bancomext ha buscado corregir el problema de la proveeduría para que los - marroquineros puedan exportar, pero la inquieta empresaria optó por tomar su - propio camino. Hace más de un año empezó a importar los cueros de Estados - Unidos para curtirlos por su propia cuenta con procedimientos vegetalizados. - “Aunque perdimos mucho dinero en el aprendizaje, hemos llegado a un punto en - el que, con nuestras propias pieles, vamos a salir a exportar con 30% de ahorro - en el costo y, además, con una calidad estable”. Y para terminar de reirse - de los incrédulos que alguna vez se mofaron de su proyecto, piensa aprovechar - la tecnología que ha adquirido para convertirse en proveedora del sector.

- Por lo pronto, con una planta laboral de 60 trabajadores, Alto Diseño en - Piel fabrica 3,000 bolsas al mes, 15% de las cuales embarca a Esta-dos Unidos, - Panamá y Costa Rica. Ahora está esperando entrar al mercado europeo, y dado - que tiene en puerta firmar un contrato con los afamados almacenes Dillard’s, - Barba estima que en muy poco tiempo podría estar exportando 50% de la - producción. Por ello, también sería necesario incrementar cuando menos 30% - su línea de productos para no desatender el mercado nacional. De este modo su - firma volvería a tener el mismo nivel de facturación que antes de la crisis.

- Pero ahí no acaban sus ambiciosos planes de crecimiento. Hace año y medio - instaló en sociedad un taller donde procesa cuero para etiquetas impresas, el - cual también elaborará sofisticados trabajos en impresiones con serigrafía. - El negocio apenas está en su punto de equilibrio, aunque confía que, en uno o - dos años, va a ser “punta de desarrollo”. Y ya que ha entrado de lleno a - la integración vertical, no descarta que en un futuro pueda lanzarse a montar - una fábrica de herrajes que, de momento, importa de Italia.

- ¿Hasta dónde llegará la ambición de esta mujer? Según dice, a ella no - le mueve el dinero, sino el gusto por el oficio. Una de sus metas pendientes es - irse a vivir a una comunidad para enseñar marroquinería.

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