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Las autoridades aseguran que hacen su mejor esfuerzo, pero una industria hoy unificada exige de los
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

En ningún sector las empresas se habían declarado la guerra de una manera - tan abierta. Hasta el último bimestre de 1998, Teléfonos de México (Telmex) - era el continuo blanco de quejas y críticas por parte de las nuevas - compañías que operan en el mercado de larga distancia. Y la batalla entre las - empresas telefónicas se desarrollaba sin cuartel. Reclamaban que se terminara - con las prácticas supuestamente anticompetitivas de Telmex, el operador - dominante en el mercado mexicano de larga distancia.

- Sin embargo, el debate en torno al Presupuesto y Ley de Ingresos irrumpió - en este áspero escenario para lograr lo que los intermediarios gubernamentales - no habían alcanzado: unificar al emergente sector de la telefonía local y de - larga distancia en un solo frente.

- Unidas al fin, las telefónicas y las compañías de servicios de - comunicación inalámbricos que participan en la Cámara Nacional de la - Industria de la Electrónica, de Telecomunicaciones e Informática (Canieti), - evitaron que el Congreso de la Unión aprobara un impuesto de 15% al servicio - telefónico que amenazaba con reducir en 50% el consumo en este sector y frenar - inversiones por $5,000 millones de dólares durante 1999.

- - Cabildeo empresarial
- Para Efraín Huerta, presidente de la Canieti, el rechazo del Congreso al - impuesto telefónico representó la diferencia entre seguir adelante o estancar - al sector.

- Huerta considera que durante los últimos seis años de apertura en la - industria de las telecomunicaciones –tras la privatización de Telmex– los - avances han sido sustanciales. Por ello, la Canieti y sus miembros tomaron la - decisión de evitar a toda costa la aprobación del gravamen. Sin embargo, - algunas compañías temen a las represalias. Según analistas, este miedo - resulta natural, pues fue el intenso cabildeo empresarial lo que derrumbó la - propuesta de un Ejecutivo Federal desesperado por consolidar su proyecto de Ley - de Ingresos y mantener un déficit en cuenta corriente de 1.5% respecto del - Producto Interno Bruto (PIB).

- Además, recuérdese que todo el episodio se desarrolló en un periodo - electoral, en el cual todos los partidos buscaron incrementar sus activos - políticos, mediante la defensa o el rechazo de las propuestas que conformaron - el presupuesto económico para 1999.

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- “La dinámica del sector dependerá del ambiente político, en la medida - en que el desarrollo de la industria se subordine a las situaciones políticas. - Este es el problema y el peligro; este es el foco de alerta que se prende - constantemente: que la autoridad pierda eso, autoridad”, señala Miguel Angel - Montaño, director jurídico y de regulación de Miditel.

- Por esta razón, en una carta enviada a Huerta, Javier Lozano, presidente de - la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), presentó los principales - puntos de trabajo que, según las autoridades, regirán el mercado de - telecomunicaciones para 1999 (ver recuadro).

- Lozano ha expresado a los miembros de la Canieti la importancia de que los - cambios regulatorios que exige el sector cuenten con el análisis y la - discusión profunda de la industria. Así, durante febrero la Canieti - participará –junto con Cofetel– en varios grupos de trabajo para - establecer los compromisos que asumirán las autoridades durante 1999, año en - el que iniciará la competencia en telefonía local, crecerán los servicios - inalámbricos de valor agregado a través de la banda ancha, y en el que se - ofrecerá la sofisticada telefonía satelital (donde compañías como Iridium o - Global Star, entre otras, aún esperan sus títulos de concesión para operar - en México).

- - Lo que falta
- Para la industria, Cofetel debe ir más allá de las buenas propuestas: “Si - la autoridad carece de capacidad de respuesta para regular al sector, entonces - esa industria se le irá de las manos”, advierte Montaño.

- El camino que ya se ha recorrido no ha sido fácil. “Nosotros estamos - haciendo historia en una industria donde el marco jurídico y las reglas del - juego no están completamente definidas. Esa aventura ha sido muy difícil, - pero tenemos plena confianza en el país”, agrega. Miditel ofrece lo mismo - telefonía de larga distancia que servicios de telefonía rural, un área en - donde pocos han incursionado.

- Según este ejecutivo, el principal reto hoy para las autoridades y las - propias compañías es que el sector no se vea rebasado por el ingreso de - nuevas tecnologías, que se traduzcan en problemas de regulación. Y ofrece - ejemplos: “El servicio de telefonía rural que prestamos se va por - tecnología satelital, pues en muchos lugares donde tenemos presencia Telmex no - está. Pero lo que dice la regla del servicio local es que, para prestar el - servicio, tenemos que conectarnos con la central más cercana. ¿Qué pasa si - no existe una central local? ¿Dejamos de prestar el servicio? ¿Esperamos a - que la regulación se establezca para dar el servicio? Pese a todo, estamos - ofreciéndolo.”

- Esta misma postura la retoman otros miembros de la industria. José Pablo - Vallejo, director comercial corporativo de Radio Láser –una compañía de - radiolocalización (paging), que ofrece un número directo para enviar - mensajes–, asegura que el desarrollo de las empresas de telecomunicaciones no - sólo se ha visto frenado por las condiciones económicas del país, sino por - los peculiares obstáculos que impone el marco regulatorio.

- Vallejo cree que la naturaleza de las telecomunicaciones exige una alta - orientación hacia la tecnología y que el marco legal no sólo tiene que - responder de una manera dinámica, sino también inteligente. De lo contrario, - millones de mexicanos se verán condenados a quedar al margen tanto de este - desarrollo como de la promesa de las autoridades ante organismos - internacionales de incrementar la teledensidad en el país.

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