Al más puro estilo del sindicalismo mexicano, un líder obligó a Pfizer, el -laboratorio más grande del mundo, a cerrar su representación comercial en -Guadalajara y a descartar cualquier futura inversión en Jalisco.
- La oficina tenía cuatro empleados de confianza (gerentes de distrito), -encargados de levantar pedidos y controlar el movimiento de mercancías, pero el -Sindicato de Trabajadores, Obreros y Empleados en todas las Áreas de Comercio -de Jalisco, afiliado a la CROM, exigió a la empresa firmar un contrato -colectivo.
- Pese a ser un caso de competencia federal, la Junta Local de Conciliación y -Arbitraje dio trámite al emplazamiento a huelga. Para cortar por lo sano, -Pfizer cerró la oficina y ahora sus empleados trabajan desde sus casas.
- Este caso puso al descubierto los de otras grandes empresas en el estado como -Basf, Anderson Clayton y Bayer, que también fueron víctimas de sindicatos que -exigían el pago por un contrato colectivo de trabajo a cambio de dejarlos -seguir con sus labores.
- Según datos de la Secretaría del Trabajo, entre 2000 y 2004 las huelgas -estalladas en Jalisco aumentaron 114%, al pasar de 61 a 131. “Guadalajara es -especial para eso”, apunta Arturo Martínez González, presidente de la -Asociación Iberoamericana de Derecho del Trabajo.
- El diario Mural (21/07/04) señala que el secretario general de la -CROM Jalisco, el diputado priísta José García Ortiz, solicitó 346 -emplazamiento a huelga (sin contar los sindicatos que lideran sus familiares), -convirtiéndose en el tercer líder más activo del país.
- “Estos sindicatos obtienen su registro para chantajear empresas y sacarles -cantidades de dinero muy fuertes, pues el patrón prefiere llegar un arreglo -para que no le suspendan las labores”, apunta Martínez González.
- Por lo pronto, esta ocurrencia sindical costó a Pfizer 250,000 pesos en -abogados y contratos de arrendamiento. En más de 54 años, el laboratorio nunca -había registrado emplazamientos a huelga, pero en Jalisco ni su potente Viagra -pudo defenderlos de la CROM.