¿Qué pensaría si le dijeran que bardean gratis su edificio en construcción mientras las obras duran y además lo mantienen iluminado durante la noche? No lo creería ¿verdad? Pues hay quien presta este servicio. Se trata de Vallas y Gigantografías de México que, junto con su socio argentino Billboard Group, importan al mercado mexicano de la publicidad externa un concepto con 20 años de antigüedad en Europa, que permite al constructor o al propietario de un terreno baldío mantener segura su propiedad y a la compañía garantizar espacios publicitarios.
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"Retiramos tapiales inseguros y mal hechos en las edificaciones con el fin de sustituirlos por dispositivos diseñados para las obras en construcción, que se aprovechan como espacios publicitarios mientras permanece la obra" detalla Jorge González, director comercial de la empresa. Así ésta queda totalmente iluminada. "Como plus les hacemos toda la imagen corporativa, gratis. Ponemos el nombre del arquitecto y el cartel del edificio" señala Mariano Menéndez, presidente de la firma.
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Cualquier daño que sufren las cercas es reparado a cuenta de Vallas y Gigantografías de México, a partir de los recursos que generan los espacios comerciales. En caso de accidentes que causen lesiones a los transeúntes cuentan con un seguro para daños a terceros.
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A primera vista se pensaría que esta actividad responde a la necesidad de sitios alternativos para promociones, luego de que los grandes espectaculares están siendo retirados de las principales vías de la ciudad de México debido a la grave contaminación visual que han generado. Al respecto González asegura que "somos medios distintos y nosotros no surgimos para atacar a los espectaculares, somos un medio diferente".
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Estos anuncios luminosos cuestan 10 o 15 % de lo que un espectacular y tienen la ventaja que no obligan a sus clientes a permanecer con ellos un año o seis meses, como lo hace comúnmente la publicidad externa. "La promoción de nuestros clientes permanece 14 días con 40 o 50 carteles" explica el presidente de la organización, que cuenta entre sus principales clientes a Nestlé, L’oréal, Ericcson y Unilever, entre otros.
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Por estrategia comenzaron en colonias capitalinas como Roma, Condesa y la Zona Rosa. Quieren estar también en el Estado de México y en León, Guadalajara, Monterrey, Puebla y Tijuana. "Hay unas 40 obras esperando porque la capacidad se nos agotó. Colocadas tenemos 60 construcciones" dice orgulloso Mariano Menéndez.
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La empresa confía cerrar el año con 150 edificaciones más. En esta tarea ya existe el compromiso de su socio para inyectar de $4 a $6 millones de dólares.
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