Lugar de piedras

Con una superficie total de 11,769 kilómetros cuadrados, buena parte de ellos de formación montañosa (69%) y otro tanto de tierras semidesérticas, Querétaro tiene pocas posibilidades agrícolas.

- Lugar de las piedras, o sitio donde se juega el juego de pelota. Ese es el significado purepecha del nombre y su traducción del otomí. Es también una realidad que el auge centralizador no ha logrado ocultar.

- De hecho, la actividad primaria comercial se asienta en los mismos dos valles centrales que han auspiciado la industrialización, y el resto se trata de cultivos de auto subsistencia en tierras de bajo rendimiento y ganadería doméstica.

- Con una superficie cultivable de 250,000 hectáreas, sólo 75,000 son de riego y el resto es tierra de temporal, marcándose entre ambas una distancia que, dadas las características climáticas de la región, será difícil superar.

- En efecto, mientras en los terrenos de regadío prosperan cultivos tecnificados de hortalizas (coliflor, brócoli, tomate, jitomate, ajo, zanahoria, lechuga y chile), alfalfa, cebada, sorgo y trigo, en las zonas temporaleras difícilmente se da maíz y frijol; y aunque sería posible explotar las maderas de la región serrana (pino, encino y oyamel) y ciertas plantas para condimento y uso medicinal que se dan en forma silvestre en terrenos semidesérticos (como el orégano y la damiana), los costos son demasiado altos para hacer de ellas actividades rentables.

- Los olvidados
José Antonio Urquiza, agricultor y ganadero de la entidad, socio de Alpura y uno de los fundadores de Exportadora de Hortalizas (Expohort), opina que la decadencia de la actividad agropecuaria queretana responde, sobre todo, a dos factores: la pulverización de la propiedad de ejidos y pequeñas propiedades improductivas y sin tecnificación (Donde los rendimientos del maíz rondan la tonelada y media por hectárea cuando hay tierras donde dan 10 toneladas), y la falta de apoyos oficiales, de subsidios que todos los países desarrollados en el mundo otorgan a sus agricultores.

- Hijo y nieto de agricultores, Urquiza ha experimentado en carne propia los vaivenes de este sector que hacia los años 60 y 70 vivió sus momentos de mejor gloria, cuando la demanda era mayor a la oferta.

- Por esa época Querétaro era conocido como un estado lechero, productor de carne, granos básicos y forraje para animales. Fue entonces cuando varios ganaderos se asociaron y formaron Industrias Alpura (que ahora cuenta con entre 160 y 180 socios), cuando Nestlé estableció su planta de Carnation, Anderson Clayton la de alimentos balanceados, y otras más iniciaron o ampliaron operaciones ligadas a la agroindustria. Pero, según Urquiza, la época de jauja quedó atrás, desde que el país se convirtió en el primer importador mundial de leche en polvo.

- Hoy, cierto, la producción lechera del estado se distribuye sin mayor problema entre empresas como Alpura (cuya planta está en Cuautitlán, estado de México), Lactel, Cremería San Juan, Quesos La Caperucita, Cremería Las Palmas y Nestlé, pero los ganaderos admiten que sigue siendo insuficiente y no es posible escalarla debido a que los controles impuestos durante tanto tiempo los descapitalizaron.

- Tras informar que en 1993 se produjeron en el estado 157.5 millones de litros de leche, la Secretaría de Economía admite, en su anuario económico 1993-1994, que “esta actividad enfrenta un costo de insumos muy por arriba de los costos de producción, control de precios e importaciones irregulares de leche en polvo y otros productos lácteos, situaciones que desalientan a los productores".

- “Nosotros, como ganaderos, no hemos crecido desde 1982. Sólo sobrevivimos", asegura Urquiza, para quien la solución es sacar a la leche de la canasta básica y fijar su precio de venta en concordancia con las cotizaciones del mercado internacional.

- Un poco de todo
Dueño de uno de los hatos más grandes de la región, el empresario bien podría representar al típico agricultor moderno, tecnificado y diversificado del Bajío que, lejos del monocultivo, también produce forrajes y hortalizas que vende tanto en el mercado nacional como en el extranjero.

- Con técnicas adecuadas de cultivo, la tierra queretana deja y deja bien. Varios empresarios agrícolas y firmas extranjeras han desarrollado campos de cultivo y experimentación y logrado convertir suelos infértiles en vergeles productivos. Tal es, por ejemplo, el caso de la coinversión israelita-queretana Eco Desert.

- Además de ganadería y horticultura, la producción de pollo y huevo constituye un renglón importante en la economía queretana. El estado es, de hecho, el segundo productor de aves en el país, habiendo elevado su oferta de 69,120 toneladas de carne de pollo en 1991 a 130,000 en 1993, mientras que la producción de huevo creció, en el mismo periodo, de 9,194 toneladas a 10,010.

- Junto a esto, en menor escala, se crían puercos y cabras (es famoso el queso de cabra de la región), se alienta discretamente la piscicultura (hay 79 presas en la entidad) y se produce miel y cera de abeja.

- De ahí en fuera, lo demás son trabajos artesanales que, como la pedrería (ónix, cuarzo y otros minerales), cestería (de mimbre y vara de sauz), alfarería y talla de cantera le han hecho ganar fama, sin ser actividades relevantes para la economía local, como no lo es tampoco la actividad minera, no obstante la presencia de firmas tan reconocidas como Corporación Industrial Sanluis (que explota aquí un yacimiento aurífero), la italiana Compañía Henraux, SPA (líder mundial en la industria del mármol) o Basaltos Industriales de Querétaro.

- Según el anuario económico citado anteriormente, en 1993 distintas firmas solicitaron concesiones para la explotación de minerales preciosos (ópalo y cuarzo amatista) y materiales de construcción (mármol, arena sillar, cal, carbonato de calcio y piedra), con una inversión total estimada en N$10.7 millones de nuevos pesos que generarán 275 empleos nuevos.