Más vale pájaro en mano...
Mas de 30 millones de vales de despensa, uniformes y gasolina circulan al mes en el país. Llegan a los empleados sin costo para el patrón ni para ellos; sin embargo la prestación sufre la amenaza de la reforma fiscal en la que el Ejecutivo propone gravar los cupones, lo que significaría su fin.
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Por lo pronto la Asociación de Sociedades Emisoras de Vales (ASEV) ya prendió las luces amarillas y alerta que la medida afectará a 20 millones de personas; cuatro millones de asalariados reciben en promedio $442 pesos mensuales en vales.
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Marco Antonio Martínez, director del organismo, explica que consultoras como Bursamétrica Management y Baker and McKenzie, coinciden en que la determinación afectará al trabajador y dará como resultado "el desvío del salario a compra de bienes fuera de la canasta básica, y que 50% de los consumidores compre en el comercio informal". Otra conclusión que se desprende del estudio es que, como la prestación se incluye en los contratos colectivos de trabajo, al integrarla al salario aumentará el gasto de la nómina de las compañías, lo que generará inflación y mayor desempleo. "Tenemos un nulo crecimiento económico y le vamos a aumentar cargas a las empresas", enfatiza Martínez.
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Gilberto Godoy, experto en economía, advierte que este proceso podría desembocar en conflictos laborales, debido a que los sindicatos pueden demandar derechos adquiridos desde hace más de 30 años.
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